Pero bajo el forzado argumento de que Zurita Delgadillo poseía materia prima para producir estupefacientes (cocaína), estigmatizando y criminalizando el uso tradicional de la hoja de coca, que es consumida desde tiempos inmemoriales por los pueblos indígenas, el juez Marcelo Martínez de Giorgi, del Juzgado Federal N° 5, decidió penalizar y aprehender al joven.

Federico Ravina, abogado del joven, dialogó con NOVA y explicó que “la pericia policial había informado que se trataba de cocaína en estado natural, desconociendo que la hoja de coca nada tiene que ver con la cocaína”. Por todas esas irregularidades y presunciones es que, actualmente, Zurita Delgadillo permanece en la cárcel federal de Marcos Paz.

Ante esta grave violación a los derechos humanos que padece José Luis, que cursa el tercer año en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de La Plata, su madre Julia Delgadillo Rojas, de nacionalidad boliviana, se siente destrozada. “No tengo pensamientos por la falta de mi hijo y todos los días espero que entre a mi casa”, expresó a este medio.

En 1995, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el uso de la hoja de coca concluyó que su consumo “no parece tener efectos negativos para la salud y tiene funciones terapéuticas, sagradas y sociales positivas entre los pueblos indígenas andinos”.

En Argentin, la ley 23.737, vigente desde el año 1989, en su artículo 15 establece claramente que “la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes”.

Sin embargo, tras la presentación de varias medidas para exigir su libertad, el viernes 15 de septiembre la Justicia le informó a su familia que José Luis será procesado y acusado penalmente por guardar materia prima para hacer estupefacientes. De acuerdo con el artículo 5, inciso C, del Código Penal, la acusación implica una pena de 5 a 15 años de prisión.

José Luis vive en la localidad de Tolosa en la ciudad de La Plata y reivindica sus raíces bailando caporales en el grupo Cruz del Sur. Ahora no puede hacer nada de lo que le gusta. “Le están quitando la vida, estamos muy tristes como familia. Lo único que esperamos es que salga lo antes posible para que pueda seguir estudiando y seguir con su vida, con sus amigos, bailando”, imploró su hermana Vilma Zurita Delgadillo.

La Constitución Nacional adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, donde el Estado argentino se compromete a respetar las tradiciones culturales y las prácticas medicinales de todas las poblaciones indígenas.

Este reconocimiento genera una clara contradicción con respecto a la situación jurídica del uso tradicional de la hoja de coca como es el caso de José Luis Zurita Delgadillo. “Que [la Justicia] cambié ya esta postura arbitraria y discriminadora, y libere a este chico que es inocente”, afirmó el abogado.

Ante esta grave situación la familia y el abogado informaron que el próximo lunes 1 de octubre, a las 11 horas, habrá una conferencia de prensa en el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) ubicado en Piedras 730, Capital Federal, donde detallarán la situación procesal del joven.

Finalmente, el martes 2 de octubre, la defensa tendrá una audiencia con el juez Martín Irurzun, de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal. En ese marco, organizaciones de pueblos indígenas, políticas y sociales realizarán una movilización bajo la consigna “La hoja de coca no es cocaína”.