Panorama Político Platense
Panorama Político del Gran La Plata

Garro lideró "el cambio" que derrotó al ciudadanismo, 1País en crisis y la izquierda que no aprende

El oficialismo sacó apenas un par de puntos menos que cuando ganó en el 2015. (Dibujo: NOVA)

El virtual empate técnico –que tiende a ser ventaja mínima- entre Cambiemos y Unidad Ciudadana en territorio bonaerense no mutó en La Plata, donde el intendente Julio Garro y su tropa festejan por estas horas lo que se dio en llamar “un voto de confianza al cambio” por parte de la ciudadanía platense.

Contra muchos pronósticos, los números fueron elocuentes a favor del oficialismo garrista: poco menos del 40 por ciento de los votos contra casi 24 –los decimales no terminaban de definirse al cierre de esta edición con poco más del 80 por ciento de la mesas escrutadas-; una ventaja de más de 15 puntos demostró que en la capital provincial –como en Mar del Plata y Bahía Blanca- Cambiemos hizo pie para empardar la elección bonaerense, donde sin embargo el Macrismo hizo una mejor performance que la esperada.

En el búnker del Pro, el radicalismo y la Coalición Cívica ya hacen números de cara a octubre: con los guarismos actuales, el espacio mete cuatro de los seis diputados que pone en juego la Octava Sección. Los otros dos serían para el cristinismo-pejotismo de Unidad Ciudadana –que postula a Florencia Saintout y al bruerista Guillermo Escudero-, siempre y cuando 1País no perfore el piso de los 16.66 necesarios para ingresar un escaño.

Las sonrisas anchas de candidatos como Javier Mor Roig –cabeza de nómina para el Concejo Deliberante-, Carolina Piparo –aspirante a la Cámara baja-, o el radical Diego Rovella –que secunda a la nombrada- lo decían todo en la antesala de la madrugada del este lunes festivo para los cambistas, que se aglutinaron en 61 entre 11 y 12 para recibir a la prensa y ofrecer un discurso triunfal.

El ánimo en el kirchnerismo duro y el massismo no era el mejor en la agonía del domingo. Pero los seguidores de CFK al menos cuentan con el consuelo de meter con comodidad –siempre y cuando se conserven los números alcanzados- a sus dos primeros candidatos: Saintout y Victoria Tolosa Paz –la última para el Concejo-, las damas que a pesar de sus diferencias representaron al núcleo duro del Instituto Patria en la ciudad. Además, ingresarían al menos tres ediles al Deliberante.

La situación del massismo es preocupante: con apenas 12 puntos, hoy por hoy el edil José Arteaga no ingresa a la Cámara de Diputados –y menos aún se convierte en “intendeciable” rumbo al 2019- y el que repetiría. mandato en el recinto es el margarito Gastón Crespo.

Pero para eso el espacio de Sergio Massa y Margarita Stolbizer tiene que mantener el piso obtenido en la PASO, ostensiblemente inferior al caudal de votos sacado en la general del 2015, donde llegó a los 16.

En el fuero íntimo de los renovadores, ya empezaron a delinear estrategias para cosechar los cuatro puntos y medio faltantes, y en ese tren lo primero que trascendió es “poner a juntar votos” a dirigentes que integran la lista pero hoy por hoy no tienen chances de ingresar, tal el caso del edil Javier García.

En las ofertas electorales de izquierda el escenario es para una autocrítica seria si se miran los resultados provisorios: de haber ido unificadas, las tres listas principales de la ciudad –el FIT, Vamos Creando y el socialismo- sumaban, juntas, más de los 8 puntos necesarios para colar un concejal, la empresa con la que sus dirigentes se vienen llenando la boca desde hace algunos años en formato de “sueño por cumplirse”.

Errores similares se dieron en anteriores comicios. Esos espacios llevaban a Luana Simioni, Leandro Amoretti y Henry Stegmayer como cabezas de nóminas para el Concejo, donde este sector nunca tuvo representatividad.

Otro espacio que ni siquiera conseguía la chance de disputar las generales de octubre –quedaron sólo 7 de 24 listas; 1.5 es el piso necesario- era el del radicalismo rebelde, que llevaba al ex precandidato de Cambiemos Claudio Pérez Irigoyen para diputado y al siempre insistente –y últimamente perdedor full time- Sergio Panella para el Concejo.

Finalmente, otra demostración de desunión que podría haber contribuido a una mejor elección para el peronismo integral: la interna del randazzismo en CUMPLIR sacó poco más de 7 puntos y ahora apunta a meter un edil. La ganadora fue Paula Lambertini.

Concejo: el escenario deseado

El oficialismo, envalentonado como está, ahora apuntará a obtener la mayoría necesaria que le garanticen quórum y aprobación de proyectos de ordenanza prescindiendo de los aliados. En octubre se queda con seis concejales –se vence el mandato del radical alfonsinista Juan José Cardozo-.

En ese tren intentará contener al radicalismo minoritario que representa Florencia Rollié y abrochar la voluntad de Miguel Forte. Consiguiendo cinco concejales en octubre, en este esquema Garro contaría con trece manos levantadas (contando la de Fernando Ponce, doble en caso de empate); es decir, once "leales" sobre 24.

Lo que viene, según se planea en el Palacio Municipal, es “seguir afianzando la confianza ciudadana” en base a obras y más obras; una postal que durante este año, gracias al inestimable respaldo de la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, fue el denominador común en la fisonomía platense.

Para el resto, el desafío es procurar conservar los votos conquistados hasta acá más allá de los anhelos previos y con esa premisa volverse “competitivos” para no perder terreno político en una sección que nuevamente le dio el respaldo al “cambio”.

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