En diálogo con NOVA, Martín Slobodian, presidente del Bloque FpV en el Concejo Deliberante, detalló: ”La administración de Del Negro fue denunciada sistemáticamente por hechos de corrupción, fundamentalmente por el bloque de Concejales de la UCR, entre los cuales se encuentran: la creación de una oficina de rentas paralela, en la que se cobraban coimas a cambio de hacer desaparecer las deudas de tasas municipales y el extravío de una suma importante de dinero pagado por Astilleros Río Santiago que jamás entró a la Tesorería municipal”

Esas no son las únicas irregularidades que pesan en la mochila de Del Negro, actual compañero-correligionario de Ferella, que en aquel entonces lo denunciaba: “La gestión menemista fue señalada por la privatización del reparto de las tasas municipales a favor de una empresa creadas por sus amigos; la utilización de un predio municipal para robar nafta a YPF mediante la pinchadura de un caño; la entrega como garantía ante un juicio con Astilleros Río Santiago del Parque Martín Rodríguez, sobre el cual se trabo un embargo; el cobro de coimas a un medio periodístico local por parte del Director Municipal de Prensa y Ceremonial Carlos Malacalza; el nombramiento en el Hospital Horacio Cestino de un médico trucho, que no tenía tal título, por parte de su Director Adolfo Pomini; entre tantos otros”, añadió Slobodian.

Sumado a ello, una de las más recientes incorporaciones del Pro ensenadense fue la del odontólogo Pomini, ex Director de Medio Ambiente y ex Director del Hospital Horacio Cestino, quien fue nombrado nuevamente al frente del citado nosocomio provincial. Las vueltas de la vida hicieron que el “Gordi” le preste su consentimiento a “Beto” para que nombre en la dirección del Hospital a quien él mismo denunció por contratar a un médico trucho.

Y Del Negro no es el único que no resiste al archivo, el propio Ferella, cuando Fernando Cavallo le puso un moño al país, dejó su rol de concejal para pasar a cumplir funciones en CABA, convocado por el entonces presidente Fernando De La Rúa, siendo un cómplice de la debacle y la crisis del 2001.

Funcionarios provinciales, a cambio de un favor

Acomodándose en donde calienta el sol, vacíos de convicciones y dejando atrás las marcadas diferencias que siempre los hicieron confrontar, el primer paso de los dos dirigentes fue conseguir un cargo en la Provincia: en su salsa, Del Negro fue nombrado subadministrador del Hipódromo; por su parte, Ferella pasó a ser el titular de la flamante Unidad Anti Corrupción.

Desde allí, la segunda tarea encomendada por María Eugenia Vidal, luego de conseguirles dos importantes puestos, fue la necesidad de potenciar a Cambiemos en una ciudad donde no tiene peso: hablando de peso, habría destinado una gran cantidad de dinero de las arcas bonaerenses para impulsar la campaña del PRO en Ensenada.

El chori y la coca de Cambiemos

Como todos se conocen en esta ciudad con alma de pueblo, inclusive se comentó que la militancia de este Frente electoral fue rentada durante la campaña, con muchas caras que llegaron desde La Plata, debido al poco peso del PRO y a que el grueso de la militancia radical local apoyaría la candidatura de Lucas Amaro, de la UCR pura.

A su vez, desde el día cero se hablaron de 100 mil pesos para repartir entre aquellos que participarán de la fiscalización durante el domingo electoral. De este modo, tentaron a varios vecinos que están sin trabajo debido a las políticas de ajuste y vaciamiento del Estado, que a pesar de no compartir la postura de Cambiemos, afrontarán este deber como un trabajo.

Con este escenario, hay otra fuerte contradicción que surge en esta coalición: dos partidos que se cansaron de hablar del “chori y la coca” durante la anterior década, menospreciando la movilización de los sectores más populares, hoy le pusieron precio a sus ideales.

Asnaghi, atado de pies y manos

Como lo adelantó esta agencia de noticias, lejos de la renovación y el cambio, la lista oficial de concejales del Frente Cambiemos que encabeza Gustavo “Cubito” Asnaghi infiltró a dirigentes del pasado ensenadense, que formaron parte de la criticada gestión de Del Negro durante los oscuros años noventa, donde esta ciudad industrial quedó devastada por las privatizaciones y la corrupción. Debido a ello, varios radicales decidieron abandonar el barco y rompieron la alianza electoral.

Sin tener un lugar visible dentro de la boleta, varios integrantes del ex gabinete Municipal son los que articulan e impulsan el armado de Asnaghi, inclusive el ex intendente. Entendiendo que sus apellidos cargan una connotación negativa en la ciudadanía, actúan desde las sombras, aunque reconociendo su participación dentro de Cambiemos.

Tras perder las elecciones con Secco en 2003, esta camada de dirigentes menemistas desapareció de la vida política durante un tiempo (obligados por la estela de irregularidades que dejaron), pero en 2005 retomaron su "carrera", llevando otra vez como precandidato a intendente a Del Negro en las PASO de 2015 por el Frente Renovador de Sergio Massa: fue vapuleado en las urnas.

Sin bajar los brazos en su ambición por el poder, se “reciclaron” en el Partido FE con el objetivo de ingresar al Frente Cambiemos (el espacio del difunto Momo Venegas es la pata peronista de esta alianza electoral). El cruce de vereda se vio reflejado en el Concejo Deliberante, donde Marcela Lucena, esposa del ex jefe comunal Del Negro, hizo público su traspaso en una devolución de favores, ya que en ese mismo momento a su marido le asignaron un cargo bonaerense.

Sumado a ello, Claudio Aducci, ex presidente del Concejo Deliberante ensenadense (era intendente cuando el por entonces jefe comunal estaba de licencia), es uno de los principales laderos de Asnaghi. Por su parte, el candidato a tercer concejal es Sergio Pesado, ex puntero de Del Negro en la zona de Villa Catella. Otro de los integrantes de este armado es “El Tumba” Rodríguez, quien fue secretario privado en los noventa. También participa de la nómina es Elsa Bustos, candidata a consejera escolar, que ya había cumplido ese mismo rol durante los noventa.

Según indicaron sus propios correligionarios, “Cubito” Asnaghi está atado de pies y manos: por un lado, es un títere del PRO, manejado desde La Plata y Buenos Aires; por otro y a nivel local, es una marioneta de la gente de Del Negro.