Sin embargo, la fiscal Leyla Aguilar notificó a primera hora que si Ana Suárez no se retira por sus propios medios, mandará a las fuerzas públicas para desalojarla. “Seguiré hasta que me saquen a las fuerzas, quiero que me atiendan”, arremetió.

Cabe recordar que el 8 de enero de 2016, “cuando nos manifestamos los municipales pacíficamente, donde fui baleada con 14 balazos, posteriormente a eso nunca me dejaron trabajar, siempre me ponían peros, me decían que espere que ya me iban a dar un destino. Nunca me lo dieron, siempre denigrándome todos los funcionarios”.

Tras ese calvario, Suárez dijo: "Esperé que me llamaran para que me den un lugar de trabajo, nunca tuve respuestas a eso. A raíz de los balazos tuve y tengo problemas de salud, tuve que sacar carpeta médica porque no aguantaba los dolores que me produjo una hernia de disco, pinzamiento en la columna y tengo presión alta".

A principio de este año, afirmó que "no me pagaron el sueldo cuando estaba de licencia médica, con las carpetas justificadas, no me abonaron enero, febrero y en marzo y me dieron de baja el contrato sin previo aviso".

"La única respuesta que recibí fue la baja del contrato. Me encadené la vez pasada y obtuve la promesa de que me levantaban el contrato. Pero eso es lo que caracteriza a (Julio) Garro, las falsas promesas como se basó en su campaña sucia que hizo, como la mía de levantarme el contrato", señaló la mujer.

“En este tiempo, salí a buscar trabajo pero no hay y yo soy jefa de familia tengo tres hijos que alimentar”, ponderó. “No quiero ser ñoqui de la Municipalidad ni que me regalen nada, solo quiero trabajar”, agregó.

En cuanto a la gestión de Cambiemos, la trabajadora municipal aseveró que Garro y su equipo “no deben saber lo que es trabajar, la gestión se basa en reprimir, hay un gobierno municipal ausente para con todos los vecinos”.

“Es un desprecio al ser humano”

Por su parte, el concejal del FPV-PJ, Gabriel Bruera, reconoció ante NOVA que la situación es “difícil de explicar porque a Ana (Suárez) la despidieron por ideología política”. “Fui intermediario para que recupere su fuente laboral y desde el Gobierno de Garro se comprometieron a reincorporarla pero me ayer me di cuenta que fue todo un fraude”, detalló el edil peronista.

Asimismo, se mostró indignado por la decisión municipal de ordenar su desalojo en vez de atenderla. “La quieren sacar de los pelos”, resumió el hermano del exintendente Pablo Bruera.

“Con los abogados estamos pidiendo que haya una mediación hasta de recurrir a la violencia tratando de que a la mujer no le pase nada”, sostuvo para luego asegurar que “ni siquiera la atendieron, es un desprecio al ser humano como pocas veces he visto”. Ante el recurrente concepto del diálogo del que se jacta la gestión de Cambiemos, Gabriel Bruera retrucó: “El único diálogo de ellos son las balas”.