Política
Denuncian que Cambiemos lo utiliza para la campaña

Informe: Puente de Fierro, barrio marginado donde la pobreza es extrema y las promesas no se cumplen

Puente de Fierro, un barrio abandonado y utilizado en cada campaña electoral. (Foto: NOVA).

Durante las últimas elecciones, la urbanización del Barrio Puente de Fierro se transformó en un caballito de batalla para los políticos. Tras asumir, el intendente Julio Garro se vio obligado a plasmar su promesa: colocó cartelería en distintas esquinas del lugar anunciando red de agua, cloacas, planta de bombeo, nuevo transformador eléctrico, 3 plazas, una calle peatonal, veredas, luminaria, paradas de colectivos, equipamiento urbano, entre otras obras. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

Sergio Eloy Molina, referente barrial, explicó en diálogo con NOVA que solo avanzaron en la construcción de dos o tres veredas y en el mejoramiento de una calle: “Dejaron el escombro desparramado y abandonaron las obras”.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, trataron de recuperar la confianza vecinal y una cuadrilla municipal llegó al Puente de Fierro para colocar, una vez más, cartelería anunciando las obras: cansados de las promesas incumplidas, en las zonas más relegadas del barrio, los vecinos echaron a los trabajadores comunales.

Según indicaron desde el Palacio Municipal, se aprobó un presupuesto de 44 millones de pesos para el barrio que provino de las arcas de Nación: “No sabemos dónde está ese dinero, diagramaron un mapa en el cual informan que ese montó será destinado para Puente de Fierro pero no hicieron nada, solo campaña política. Nuestros pibes no pueden esperar”.

Pobreza extrema

Molina recalcó que la situación es preocupante: “En los alrededores de 29 y 90 se vive en la pobreza extrema, casas de chapa, madera y cartón, entre los basurales, calles de tierra y sin acceso a ninguno de los servicios”.

En la recorrida por el barrio, los vecinos aseguraron que tuvieron que lamentar varias pérdidas humanas: “Se vive con frío extremo, entre la basura y las ratas, con las enfermedades que eso genera. Hay familias con muchos nenes y bebés, en condiciones infrahumanas”.

Sumado a ello, los comedores y las copas de leche no dan abasto: “Los chicos vienen con hambre y nos piden desesperadamente alguna ración más para llevarle a sus padres y hermanos más grande, que les da vergüenza venir al comedor”.

La situación en Puente de Fierro es crítica, tanto por el abandono del Estado Municipal como por las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno Nacional y Provincial, que afectan principalmente a los sectores más relegados: según números oficiales, el consumo de leche disminuyó y se multiplicó la venta de mate cocido. Sin embargo, el delegado comunal Leo Villafranca está abocado a la campaña de Cambiemos.

Esta región de La Plata tomó verdadera dimensión durante la crisis del 2001, cuando muchas familias sin techo comenzaron a poblar los alrededores del Puente. Hoy, se vive una situación similar a aquellos tiempos, donde la incertidumbre y el hambre ganan por goleada.

Alberto, vecino del lugar, explicó: “Soy changarín, siempre realicé trabajos de albañilería y pintura, pero ahora la cosa está complicada, no sale nada. También corto pasto, limpio terrenos, junto cartón y cualquier trabajo que me permita ganar un mango para llevar el pan a mi casa”.

Patrimonio Histórico, olvidado

El Puente de Fierro fue un sitio utilizado por organismos paramilitares y, luego de 1976, por el gobierno de facto para fusilar personas que pensaban distinto: el caso más resonante fue el de Ricardo Arturo "Patulo" Rave, militante de la UES Berisso, que apareció colgado, habiendo sido objeto de torturas y vejaciones.

El concejo Deliberante, en su Sección Extraordinaria N° 2, celebrada el 22 de marzo de 2006, dispuso la Ordenanza 10076. En sus artículos declara que el “Puente de Fierro”, ubicado en la calle 90 entre 29 y 30, será Patrimonio Histórico por los hechos de lesa humanidad que se cometieron en dicho lugar.

Cuando muchas de estas familias arribaron al barrio, no conocían la historia del Puente de Fierro; era sólo un paso de los ferrocarriles, campo con pastos altos y algo de basura, que había que ocupar para poder vivir. No había muertos, ni fusilamientos. Para las familias del barrio, es sólo un lugar donde vivir día a día.

Para el Estado, el Puente de Fierro es tierra olvidada, cuando el ferrocarril dejó de funcionar, durante los oscuros años setenta y desde el regreso de la democracia hasta hoy, no figura en el mapa de los políticos.

Poner una placa en conmemoración a los fusilamientos es una manera de tener presente una historia, pero también es real que hablar de derechos humanos es lo que pasa en el barrio: las panzas hacen ruido de hambre, falta el trabajo, las casillas se vienen abajo y los servicios no llegan.

Lectores: 4834

Envianos tu comentario