Política
Cambiemos sonríe...

Brújula se busca: Alak, Saintout y Bruera, tras la inscripción de los frentes electorales

El Frente Justicialista y Unidad Ciudadana, ejes de reacomodamientos dentro del peronismo.

En las primeras horas posteriores al cierre de los frentes electorales, en La Plata (Octava Sección), los ecos de cimbronazo que significó la movida cristinista de jugar por fuera del Partido Justicialista comenzaron a escucharse con diferentes ánimos según el búnker político de que se trate.

El peronismo platense reconfigura de cara al cierre de listas del 24 su estrategia y hubo heridos y beneficiados en dosis similares. Este medio ya reflejó el termómetro político de las últimas 24 horas: confusión, diálogos abiertos y negociaciones a pura rosca.

El sector que se referencia en el ex intendente Julio Alak sintió el golpe de la decisión de CFK y por estas horas la desorientación predomina en las huestes del ex ministro de Justicia, que asomaba como un posible candidato a disputar una diputación provincial, un trampolín para volver al ruedo en el 2019 en búsqueda de reconquistar la intendencia que lo tuvo como mandamás en el Palacio Municipal por cuatro períodos consecutivos (1991-2007).

El acto partidario de la militancia con el que había pateado el tablero hace una semana en el Club Atenas –tuvo como “visitante ilustre” a la alcaldesa de La Matanza, Verónica Magario- lo había dejado bien parado en su intento de desplazar al bruerismo del armado de una lista que integre a varios sectores, pero en una semana todo cambió.

Para colmo, el los dedos bendecidores del Instituto Patria ya casi pusieron sus fichas en la edil y decana de Periodismo Florencia Saintout, protagonista del ultrakirchnerismo en los últimos dos turnos electorales, con quien “el Turco” parecía mantener un pacto de no agresión en pos de eventuales entendimientos. “Ahora la mano cambió, y la figura de Florencia ganó metros de ventaja”, resumió un habitué de la casa académica del Paseo del Bosque.

En el PJ de calle 54, en manos del ex intendente Pablo Bruera hasta el 2018, la teoría de “la lista pura” gana fuerza toda vez que los principales operadores políticos del ex oficialismo priorizarán la colocación de nombres propios para evitar “fugas y traiciones” y en ese tren el nombre de Mariano Bruera –ya son conocidas las leyendas urbanas “Es tiempo de Mariano” volvió a sonar para competir por un escaño en el Concejo Deliberante, donde el mandato de Gabriel, la cara visible del espacio, caduca en diciembre.

Se especula además, con que los justicialismos municipales puedan adherir a la boleta de Unidad Ciudadana –tal el nombre usado del frente de Cristina Kirchner-, antes del cierre de las nóminas, lo que no garantiza el reparto de los fondos de publicidad para campaña, que estarán en manos del sello oficial del PJ.

El randazzismo quedó descolocado: jugar una interna con Mario Ishii y Guillermo Moreno como sparring suena más que poco en las huestes del oriundo de Chivilcoy, y en La Plata la creciente expectativa que reinaba ahora mutó en dudas y acertijos, al punto que desde el núcleo de uno de los principales propulsores de la candidatura del ex ministro de Transporte –tal el caso del dirigente Ezequiel Auspitz-, dejaron trascender que mudaran su respaldo a otros horizontes.

En este berenjenal, otros dirigentes que podrían alistarse en el denominado “peronismo ortodoxo” –como el concejal y gremialista Pedro Borgini y el ex titular de AUBASA, Gonzalo Atanasof; ambos con ganas de ingresar a la Cámara Baja provincial- siguen tejiendo lazos y conversaciones en un escenario convulsionado pero de “diálogos abiertos”.

En Cambiemos, que a pesar de los tropezones de gestión logró construir un frente homogéneo que por ahora no tiene grandes ruidos, todos sonríen.

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