Judiciales y Policiales
Negociados con los certificados de defunción

Crece la sospecha de que se encubrieron crímenes tras la inundación

Se intenta determinar si por asociación ilícita pudieron haber quedado impunes algunos crímenes en la región.

La Justicia platense arrancó con una minuciosa investigación tras la inundación del 2 de abril de 2013 en la región, cuando se recibieron varias denuncias respecto a personas que habían muerto al quedar sumergidas en el agua, mientras en los certificados se indicaban decesos por paros cardiorrespiratorios.

A partir de aquel momento comenzó una profunda investigación en la Morgue local, donde se intenta determinar si por una asociación ilícita pudieron haber quedado impunes algunos crímenes en la región, la Justicia platense le tomó declaración a una mujer policía y a una exfuncionaria del Registro de las Personas.

Según fuentes policiales, el expediente lo lleva adelante la UFI Nº 8 de Delitos Complejos y en los últimos días se incorporaron dos testimonios.

Uno fue de Liliana De la Canal, quien trabajó en el Registro de las Personas, quien explicó que en la sede ubicada en 1 y 60 que dependía de la Jefatura de Gabinete, hay una oficina que se ocupa de registrar las firmas de los médicos que se desempeñan en las morgues.

La exfuncionaria habría confirmado que los empleados del Registro de las Personas no detectaron firmas “truchas” en al menos cinco certificados de defunción.

En tanto, la oficial principal de la Policía Bonaerense, Adriana Salgueiro, quien cumplía funciones en la Morgue ubicada en las instalaciones del Cementerio municipal de La Plata, de acuerdo a una fuente judicial, aseguró que un perito eviscerador falsificaba firmas de los médicos de guardia.

Lo que se presume es que certificados de defunción en blanco llevaban la firma trucha de galenos, con sus sellos y con el diagnóstico de que se trataba de una muerte natural, los que se vendían a al menos dos empresas funerarias de La Plata.

Por tal razón, el fiscal Hugo Tesón analiza convocar a la UFI Nº 8 a los propietarios de las casas de sepelios sospechadas de participar de las irregularidades.

Muertes encubiertas

Lo que preocupa y asusta es que las maniobras detectadas podrían haber ocultado crímenes, como el que fue descubierto con la socióloga María Marta García Belsunce. Cabe recordar que la mujer iba a ser sepultada con un certificado de defunción que indicaba como motivo del deceso un fuerte y accidental golpe en la cabeza, cuando en realidad había recibido seis disparos.

El primer paso de la actual investigación en La Plata se dio por la muerte de Juan Carlos García, un hombre que se ahogó en la vía pública el 2 de abril de 2013 en la zona de 21 y 32, pero de acuerdo al acta de defunción, su fallecimiento había ocurrido por un paro cardiorrespiratorio.

Desde la UFI Nº 8 empezaron a tirar de la punta del ovillo y descubrieron maniobras gravísimas. Un vocero judicial señaló cómo era el procedimiento: “Se descubrió que varios certificados de defunción tenían la firma de médicos que afirmaron no haber sido ellos los que estamparon esa rúbrica”.

Con la afirmación de los galenos, se ordenaron unas pericias caligráficas y se llegó a la conclusión de que empleados de la Morgue falsificaban la firma de los certificados de defunción, más conocidos como los formularios 03, para luego venderlos a casa de sepelios de la capital provincial.

Además de las irregularidades en la Morgue y en las firmas funerarias, la tercer “pata” necesaria para cerrar del circuito está en la administración Provincial. Se trata del área centralizadora de defunciones del Registro de las Personas, y desde donde, en un marco de connivencia, hacían la vista gorda, al parecer a cambio de un retorno.

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