Judiciales y Policiales
Grave denuncia en la Bonaerense

Tres policías ex procesados por robo estarían "liberando zonas" en City Bell

Los polichorros absueltos, fueron reubicados en la Comisaría 10 de City Bell, donde recrudeció la inseguridad.

Hace casi seis años, el 15 de marzo de 2011, delincuentes asaltaron en Abasto a un jubilado con arresto domiciliario. El hombre había sacado plata del banco y por el hecho procesaron a tres policías de la Bonaerense que cumplían funciones en el entonces destacamento La Unión.

Ahora denuncian que esos policías fueron absueltos, volvieron a la fuerza y los designaron para trabajar en la Comisaría de City Bell, donde los índices de inseguridad son los más altos de La Plata.

La queja proviene de efectivos policiales, los que a pesar de que la Justicia no encontró culpable a sus pares, ellos saben que “son de liberar zonas y cobrar coimas”.

Respecto al hecho por el que los tres uniformados fueron detenidos y procesados, cabe recordar que la víctima fue un jubilado de 75 años, Luis María Lapera, quien se encontraba con prisión domiciliaria en una casa de Abasto, acusado de asesinar a golpes a su pareja en el año 2008.

Tres sujetos, dos vestidos como policías, ingresaron a la vivienda con la excusa de realizar un control, pero una vez dentro aclararon que se trataba de un asalto y robaron un dinero que había cobrado el anciano y varios objetos de valor.

El hecho fue muy violento ya que como Lapera no decía dónde había escondido la plata, los delincuentes amenazaron de muerte a la nuera, Mercedes Galindo de 36 años, y a sus nietos.

Un 15 de marzo de 2011

Todo sucedió cerca de las 21 horas, en 518 entre 204 y 205. La banda llegó en un auto marca Renault 19 rojo con vidrios polarizados, en el que cargaron electrodomésticos.

Cuando se estaban por ir arribó al lugar Leonardo (39), el hijo de Luis María. A él también lo redujeron y terminó encerrado junto a su familia.

Al principio todos creyeron que el asalto había sido consumado por tres hombres que “simulaban” ser policías. Pero al poco tiempo la investigación determinó que no habría ninguna farsa: los ladrones eran tres agentes de la Bonaerense destinados al servicio de calle del destacamento La Unión.

A los pocos días del hecho, el fiscal Álvaro Garganta, pidió la detención de los tres presuntos involucrados: el teniente Javier Leguizamón, el subteniente Jorge Ramallo y el sargento Osvaldo Gómez, los que quedaron formalmente acusados de robo agravado en poblado y en banda, calificado por el uso de armas y por su condición de funcionarios policiales.

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