Además, sostuvo que "mi vieja se rompió el alma para que estuviéramos bien. Yo salí a laburar de muy chico. Calculá que mis primeras vacaciones fueron a los 15 años, cuando me fui con unos vagos del barrio en carpa pero yo de ahí para atrás nunca había tenido vacaciones. En casa no había guita, entonces los veranos eran estar en el patio, leyendo, leyendo y leyendo. Mi vieja dentro de sus posibilidades me compraba para leer, enciclopedias, de todo".

En cuanto a su profesión, indica que siempre quiso ser periodista. "No sé porque elegí la profesión, se lleva adentro. Veía los noticieros, leía mucho, siempre fui un gran lector. En la época mía no había Facultad, no existía. Vengo de oficio”.

"En realidad me formé en los medios, en el Diario El Día tuve la suerte de ganar un concurso, entré muy joven y a partir de ahí hice una carrera. Ya había incursionado en revistas deportivas, pero nada serio como el diario. Me abrió una puerta a lo que es una formación. Ojalá todos los pibes que llegan con la ilusión de ser periodistas tuvieran la posibilidad de ir esa gran a esa gran escuela que es El Día o cualquier diario. Porque no es lo mismo aprender con profesores que no son periodistas como les toca hoy por hoy a muchos pibes acá en la facultad, que aprender con profesores que son periodistas y están trabajando a la par tuyo".

En torno a los referentes que tuvo, remarcó que "te mentiría si te digo que hay uno en particular, porque en el diario el aprendizaje es de todos los días, minuto a minuto, hora a hora. Referentes todos. Un día, Carlos Fragueiro, secretario de Redacción cuando yo entre a laburar al diario, y esa primer mañana me dijo una cosa, que me impresionó y como se cumple a rajatabla. Me dijo: 'La realidad siempre va a ser mucho más rica de lo que vos puedas imaginar'. Pero no solo en el periodismo, sino en la vida cotidiana. Eso es lo que mantiene viva la llama del periodista, ésta conciencia de que no hay ficción que pueda superar a la realidad de todos los días".

Sobre el periodismo en sí, "desde lo personal me dio todo, no sirvo para hacer otra cosa, no quiero, no me divierte ni me motiva otra cosa. Viajaré, disfrutaré, pero en algún momento me voy a sentar a escribir algo. Es como una adicción y gracias a Dios uno ha podido desarrollar".

Innovación y la llegada de Internet

"Yo me adapté muy rápido porque el diario hizo una inversión muy fuerte allá por los 90 y empezaron de a poco a jubilar las máquinas de escribir, las Lexicon, y a meternos computadoras. Yo hacía policiales en esa época y en esa sección fue una de las primeras que llevaron computadoras", recordó.

Yendo a sus inicios, se le vino a la memoria la aparición del Fax, que "fue como haber descubierto el fuego para nosotros. Cuando no estaba el Fax, era un compañero en el diario y vos le dictabas la nota, la escribías a mano y la pasabas por teléfono. Así, cubrí las inundaciones de cuando desapareció Villa Epecuén. Me acuerdo que llamaba a Roberto Pascual, escribía más o menos un boceto, le dictaba y cada tanto le decía 'A ver Pascual léeme como quedó', era tremendo".

Sobre la digitalización, "agradezco que apareció en un tiempo que lo puedo aprovechar, Internet fue como descubrir la ley de la gravedad o una forma de volar sin aparato. Es maravilloso y ha cambiado todos los paradigmas de la comunicación desde todo punto de vista, sobre todo político, la posibilidad de que haya más voces, de que más gente se interese por la cosa periodística, que no solamente las cuestiones periodísticas las tenga que consumir el que va y compra un diario o la televisión. Hoy las redes sociales se han transformado en una herramienta formidable”.

La política y los medios

Ante la consulta por la vuelta de la democracia y su ideología, marca de entrada que "yo me llamo Hipólito, pero mi papá me puso ese nombre, yo no tengo nada que ver. Para hacer periodismo político, hay que tratar de que no se te vea la hilacha. Uno cada dos años tiene la posibilidad de ir y decir que es lo que es, en la intimidad del cuarto oscuro. Yo no crítico los que se juegan con una idea y los que hacen un periodismo militante o con un direccionamiento, pero para darle confianza a la gente sobre los temas que tratas. Mucha gente cree que yo soy anti peronista y otra que soy peronista, eso está bueno".

En esa misma línea, trajo el tema polémico de la objetividad, "no existe la objetividad, o de hecho si, se puede ser objetivo desde hechos puntuales pero con lo que tiene que ver con los intereses no existe. Siempre va a haber en el editor de una revista, de un diario o el tiempo que hace un programa de televisión, siempre va haber un direccionamiento o una pertenencia, y una decisión de ir para un lado o para el otro. Yo reivindico la libertad de expresión en todos sus sentidos y la libertad de hacer el periodismo que a cada uno le gusta, ya que el que juzga es el lector.

En la actualidad, "en la cola de la panadería se habla de lo que pasa en los medios, la señora que va comprar el pan, lo dice la señora de la vuelta, antes lo decían los políticos, los periodistas y los que estábamos en el micro clima de la política. Hoy se instaló que los medios mienten o que ven la realidad de una forma según los intereses políticos que tengan.

Diario Full

Hace casi 4 años nació Diario Full, y surgió "por una cuestión de salud mental. Cuando uno trabaja en una empresa periodística tiene que saber seguir las reglas de juego y ser consciente que lo que piensa no es lo que piensa, y ahí uno ya no es periodista, sino ayudante de un periodista que es un director de un diario. Si no lo ves así, vas a tener conflicto todos los días, vas a vivir amargado y resentido".

Recordó el momento de la fundación, ya que 4 años atrás, "estaban consolidada NOVA, recién arrancaba Real Politik, estaba Infocielo, y pará de contar, lo que había no generaba masa crítica y para mí era muy lejano y caro, no era accesible. Después se dio, un día recibí un mail sobre una página web y arranqué", culminó Sanzone.