Política
Lo que causó el temporal

Viento, redes sociales y algunas ausencias marcaron la agenda de esta semana

Concejales platenses. (Dibujo: NOVA)

Inevitable poner al temporal y sus consecuencias al tope del análisis semanal de la capital provincial, sin embargo y mas allá de la necesidad de dimensionar las pérdidas y evaluar el impacto social y económico de la tormenta, también se puede hacer un repaso sobre la actuación de los diferentes protagonistas de la política local.

Lo primero que se destaca es la casi nula capacidad de respuesta que mostró el municipio en las primeras horas posteriores a la catástrofe climática, que vale recordar, llegó con vientos de más de 120 kilómetros por hora, algo inédito para la región, pero que según los especialistas empieza a convertirse en regular por la tropicalización del clima.

Ni cuadrillas de limpieza, ni personal de control urbano, ni mucho menos funcionarios, se vieron en la ciudad de las diagonales cuando paró el viento y los vecinos comenzaron a tomar real dimensión de lo que había ocurrido.

Las zonas periféricas mostraban ya un panorama desolador, sin energía eléctrica, sin agua y con voladuras de techos en casas precarias, situaciones que en algunos casos aún no se normalizaron cuando se escriben estas líneas.

El primer mensaje del intendente Julio Garro fue quizá el verdadero error que generó malestar en los platenses. El jefe comunal anunció que había dispuesto de 3 mil trabajadores en 170 cuadrillas para comenzar rápidamente los trabajos de limpieza y reparación en las zonas más afectadas.

Pero con el correr de las horas se hizo evidente que si realmente se había destinado ese número de operarios no estaban trabajando en simultáneo o lo hacían con un sigilo verdaderamente sorprendente. A partir del lunes a media mañana, las principales calles que habían sido obstruidas por árboles y postes caídos estaban despejadas y comenzaba en trabajo en los barrios más alejados.

Es decir que mas allá de los errores que se puedan haber cometido o la falta de celeridad en algunos casos, a la falta de reacción inicial le sobrevino un trabajo ordenado de la municipalidad que, sin embargo, quedó opacado por el anuncio grandilocuente del jefe comunal que quizá debió esperar para brindar esa información.

El viento los amontona

Prácticamente todos los sectores del peronismo, hoy enrolados en la oposición, salieron al cruce del accionar del Gobierno tras el temporal. Algunos apuntaron al municipio, otros encontraron un blanco débil para cuestionar a la gestión de María Eugenia Vidal, pero ninguno quiso perder oportunidad de manifestar su postura.

El primero en dar la nota fue el concejal Gabriel Bruera, a quien a través de pequeños videos en Facebook pudimos ver removiendo ramas en soledad en diferentes puntos de la ciudad para despejar las calles, acompañado de un mensaje conciliador: "Colaboremos todos para reconstruir lo que dejó el temporal".

Sus detractores no tardaron ni un segundo en recordarle, en algunos casos en muy duros términos, el rol del Gobierno de su hermano durante la inundación del 2 de abril de 2013. Pero, de todas maneras, también cosechó apoyos que hasta hace poco estaban ausentes, inclusive en las redes sociales, pero que reaparecen justo en este año electoral.

Bruera participó también de varios encuentros con vecinos y productores afectados y solicitó junto con el resto de los ediles del FPV-PJ que se realice una sesión extraordinaria para avanzar con una declaración de emergencia en las zonas del cordón flori-frutihortícola de la capital provincia, en dónde se calcula que hay entre 5 y 8 mil familias que perdieron el 80 por ciento de su capital productivo.

Firmaron ese pedido: Fabián Lugli, Pedro Borgini, Lorena Riesgo, Silvana Soria, Guillermo Cara, Florencia Saintout y Gastón Castagneto, quienes además acompañaron a las asociaciones y cooperativas de trabajo en su solicitud para conseguir algún tipo de ayuda económica que les permita reactivar la producción en el mediano plazo.

Otros dirigentes sin representación institucional, como Federico Martelli, prefirieron reeditar las jornadas de estilo K "La Patria es el otro", y con la militancia organizada encararon tareas de reparación en algunos barrios, para también marcar la ausencia del Estado Municipal.

Del lado del Frente Renovador, el único que salió fuerte después del desastre fue el concejal Luciano Sanguinetti, aunque lo hizo con el estilo académico que lo caracteriza y con una entrevista a una investigadora de la fundación Biósfera, interesantísima en términos científico-académicos, pero con poco para aportar a la situación de decenas de miles de familias que llevaban más de 48 horas sin luz ni agua.

Sin plan ni contingencia

Lo único que dejó en claro la tormenta de viento es que la dirigencia local no está preparada para encarar estas situaciones y en la mayoría de los casos las salidas son espasmódicas y reactivas.

Cuando se publique esta nota, miles de vecinos habrán pasado casi una semana sin luz, otros tanto seguirán sin servicio de agua potable y habrá comenzado la escasez de las frutas y hortalizas que se cosechan en la región, lo que además encarecerá los productos, complicando otra vez, a los que menos tienen.

Ni los vecinos, ni los productores, pero tampoco las autoridades tienen en claro cómo actuar en una situación de emergencia. Debiera ser momento de plantear en serio el desarrollo de un protocolo de acción que incluya a las fuerzas vivas de la ciudad y deje de lado la disputa política, para que tras el próximo temporal estas líneas estén dedicadas a otros temas.

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