Opinión
El duro presente

Argentina oligárquica y feudal

Antonio Tourville.

Por Antonio Tourville, especial para NOVA

En la Argentina no impera la Democracia y mucho menos es una República, la Constitución y las Leyes son papel pintado para realizar cualquier cosa en nombre de ellas.

Los últimos acontecimientos y los relatos de periodistas y politólogos demuestran esto, situación tumben expuesta por los integrantes de la nobleza oligárquica dominante a través de sus discursos.

Según la Constitución a nivel Nacional hay tres poderes independientes entre sí, el Ejecutivo que actúa según su letra y ajustado a las leyes emanadas de ella y votadas por el Congreso (o Poder Legislativo), que el Pueblo elije en forma directa para que lo represente, y el Poder Judicial compuestos por jueces propuestos por el ejecutivo y votados por los senadores, que supuestamente es independiente de los otros dos poderes. A nivel provincial la organización es similar.

A los jueces los vigilan y juzgan un concejo formado por el Ejecutivo, el Legislativo, Colegios profesionales de abogados y representante de los magistrados y teniendo en cuenta, que los seleccionan los senadores a propuestas del ejecutivo, este Poder no es independiente ni nada que se le parezca, y los comunicadores televisivos y sus panelistas los etiquetan como jueces oficialistas o k, como si esta situación fuera inherente a un Estado de Derecho.

Esta semana se lo vio al Ejecutivo reunirse con gobernadores y tranzar con el presente y futuro de los argentinos, por cuotas de vil metal a cambio de la entrega de la voluntad de diputados nacionales (supuestamente representante directos de la gente y defensores de sus intereses) no defensores de los intereses de un mamarracho que se cree príncipe al servicio de un rey y solo es un estúpido incompetente que ha gastado más que lo que podía, endeudando a su pueblo.

Esta enormidad es comentada por los periodistas, panelistas e invitados con frases tales como: "Esto se había acordado con los gobernadores" o "el presidente se reuniría mañana con los gobernadores, para que alineen su tropa" o "los diputados deben votar lo que negocio su gobernador", olvidando estos lenguaraces que los diputados son los representantes del Pueblo y no de los Gobernadores.

Y el Pueblo donde estaba, estaba en la calle, había venido a decirle a sus diputados que no lo traicionen, votando la ley que sepulta su presente, futuro y el de sus hijos.

Y que paso, los cortesanos oficialistas los trataron de negros villeros, de chusma, de violentos, y les mandaron fuerzas fuertemente armadas, compuestos por hombres y mujeres como ellos, convertidos por obediencia debida en asquerosos cipayos para que los intoxicaran con gases lacrimógenos sofocantes, segadores, vomitivos, y en caso de alguna afección, letales para que los molieran a palos, para que le perforaran el cuerpo o les vaciaran un ojo ,o los mataran, con balas de goma tiradas a quemarropa y para que los detuvieran sin razón ni derecho de la peor forma, para destruirlos psíquicamente, para amilanarlos, acompañados por sus feroces perros, o mejor dicho, perros acompañados por energúmenos tan animales como ellos.

Por ello, los dirigentes Patriotas, Nacionales y Populares, nos tenemos que unir en la lucha, no para ganar poder, sino para refundar la Patria, con una Constitución Nacional y Popular al servicio del Pueblo, con jueces elegidos por el Pueblo periódicamente, el único eterno es Dios. Desterrando las Oligarquías, los tilingos que se creen reyes, príncipes, condes o pertenecientes a una casta superior. Pero por sobre todo creando una Nación Grande Libre y Soberana, y que esto no sea un slogan como lo fue durante toda nuestra historia para empequeñecernos, esclavizarnos y dominarnos.

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