Panorama Político Platense
El escenario político en el Gran La Plata

El Concejo ya quedó armado a pedir de Garro y el desafío ahora es de la oposición

Esta semana se aprobó Presupuesto, pliego de Esur y aumento de tasas. Los ediles nuevos juraron en el recinto: Javier Mor Roig, Victoria Tolosa Paz, Ana Castagneto y Gastón Crespo. (Dibujo: NOVA)

Tras una semana de una intensidad legislativa inusual por el tratamiento de temas considerados claves para la marcha de la gestión de Cambiemos en la ciudad, la asunción de los concejales que resultaron electos el pasado 22 de octubre marcó, en la práctica, la consolidación de la nueva hegemonía política de la que gozará durante los próximos dos años el intendente Julio Garro.

Ya el miércoles anterior a las juras, el recinto abría sus puertas para darle el visto bueno al pliego de recolección de residuos a cargo de la cuestionada firma ESUR, al presupuesto 2018 y al aumento de tasas a raíz del nuevo Código tributario, una triple victoria del oficialismo que contó, como casi todo el año, con el "favor" de manos levantadas del massismo, que prácticamente quedó desmembrado tras las salidas de José Arteaga, Oscar Vaudagna y Javier García.

El Ejecutivo alcanzó esos logros legislativos con una tropa propia de apenas 7 concejales -de los cuales Florencia Rollié, una radical díscola, no es "pura"- y también con el respaldo del neovecinalismo -del que sólo quedará con vida la banca del moyanista Miguel Forte al vencerse mandatos de Gerardo Jazmín y Marcela Farroni-.

Ese panorama no hace más que convertir en alentador el nuevo dibujo parlamentario. "Si con la cuarta parte del Concejo logramos esto, con la mitad todo va a ser pan comido", dijo, resumiendo el espíritu triunfalista que predomina en el garrismo desde las elecciones legislativas, un habitual operador que reporta directo al sillón municipal.

El desafío ahora es todo de la oposición: un bloque kirchnerista con cinco asientos- Victoria Tolosa Paz; Gastón y Ana Castagneto, Cristian Vander y Norberto "Chucho" Gómez-; la bancada de "1País" integrada por tres escaños -Gastón Crespo, Virginia Rodríguez y, por ahora, Luciano Sanguinetti- y tres peronistas de similar pelaje -Lorena Riesgo y Pedro Borgini, conformarán bancada propias, más, Fabián Lugli, que jugará a la autonomía relativa-, conforman el tablero de piezas sueltas que deberá oficiar de contrapeso legislativo para representar a una porción considerable de vecinos que no vio en la fuerza que lidera Garro una opción política que los represente -votó en contra poco más de la mitad de la población-

Palabras más, palabras menos, lo describió en formato de plan de acción parlamentario una edil en la sesión del miércoles: "Toda la oposición se inscribe en algún punto en una expresión del peronismo; desde ahí deberíamos partir", hipotetizó. Traducido: si no hay consensos programáticos sobre la base de tres o cuatro temas rectores tampoco habrá soluciones para problemas que, en los papeles, no estarían en la agenda de prioridades del oficialismo.

Una renovación necesaria

Desde hace tiempo, en el microclima político local -que a veces redunda en roscas, operaciones y otras, en verdades solapadas- sobrevuela la idea madre de que no existen cuadros legislativos de envergadura que legitimen la tarea en el parlamento de pago chico y den vuelo institucional a las ordenanzas aprobadas.

De los que se van, con sus defectos y virtudes, Arteaga y Vaduagna -García jamás terminó de acomodarse- y Gabriel Bruera eran algunos de los que podían anotarse en ese "club de privilegio". Ahora, con casi el 75 por ciento de las bancas ocupadas por ediles con nula experiencia legislativa, el desafío en términos generales también será el trazado de una agenda de soluciones efectivas para los problemas con los que sigue lidiando el ciudadano común: el desempleo, la inseguridad y el caos vehicular encabezan.

Las calculadora$, trabajan, siempre trabajan..

En este contexto, si las matemáticas no fallan, para no tener que acudir al voto doble de Fernando Ponce -presidente del cuerpo- Cambiemos necesitará, para aprobar proyectos con mayoría simple, al menos de la mano levantada de un aliado -en el esquema actual, Lugli y Forte son los más "conversables"-.

Cuando la cuestión requiera de un apoyo parlamentario "más holgado" para demostrar hacia afuera volúmen político, las negociaciones deberán abarcar más respaldos: en ese esquema, y a juzgar por lo que pasó del 2015 a esta parte, la bancada de "1País" sigue en orden en la tabla de "persuadibles".

Si los bloques pero-kirchneristas respetan el libreto por el que la sociedad los depositó donde están, se espera que la defensa del bolsillo del consumidor-contribuyente, las víctimas de políticas "de ajuste" y actores sociales de menores recursos, se conviertan en bandera de lucha innegociable.

Los girones del PJ

Dividido en dos a pesar de la unidad lograda a escala bonaerense -donde ganaron los intendentes ante el matancero Fernando Espinoza-, el PJ platense va derecho al 17 diciembre a demostrarse a sí mismo que podrá equilibrar la balanza del poder en el 2019, un partido que ya comenzó a jugarse.

La última novedad se da por los tironeos a los que viene siendo sometido el bruerismo. Pasado en limpio: en la cámara de Diputados provincial, el hombre que ingresó por ese espacio -el ex secretario de Seguridad Guillermo Escudero-, todavía no definió en que bancada de extracción justicialista jugará.

Los legisladores representantes de los intendentes -capitaneados por Martín Insaurralde y Julio Pereyra, jefe de bloque-, lo quieren como soldado propio pero si eso pasa a los Bruera les explota el acuerdo alcanzado con el camporismo en la interna que los enfrentará al alakismo con Carlos Bonicatto a la cabeza y Roberto Prandini como aspirante a vice.

Aunque nada está definido, lo más probable es que Escudero se quede en la bancada que comandará la edil saliente y decana de Periodismo Florencia Saintout (la de Unidad Ciudadana) una jugada impuesta por el Instituto Patria que ya arrojó como resultado en la cámara baja la "huida" de Rocío Giaccone hacia el espacio que inauguró, en solitario, el camporista residual José Ottavis.

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