Panorama Político Platense
El escenario político

Una agenda de gestión condicionada por las necesidades electorales

En el garrismo pusieron primera con algunos avances en materia de gestión. La idea es comenzar el 2017 con una estabilidad que permita pensar solo en la campaña.

Transitando el noveno mes de gestión, tras un inicio de mandato por demás conflictivo por los diferentes reclamos sociales que ganaron terreno en el primer cuatrimestre, la administración Julio Garro comenzó a avanzar –aunque a pasos lentos- con la solución de reclamos sociales de diferente índole.

Quizá el plan de bacheo municipal, que al ritmo de posteos en las redes sociales ganó cierto protagonismo en las últimas semanas y anestesió "el humor social", sea el primer caballito de batalla.

Con su primer año de mandato casi ingresando en etapa de agonía, el oficialismo platense entendió que llegó la hora de empezar a mostrar gestión de cara a la ciudadanía, porque nadie descarta que la merma en la percepción positiva que está sufriendo la gestión nacional de Mauricio Macri –se habla del 10 %- de continuar así podría hacer mella en la todavía inestable gestión de Cambiemos en la capital bonaerense, donde para colmo aún no está resuelta la interna del macrismo con los radicales, situación que podría explotar de un momento a otro en el Concejo Deliberante.

Al mismo ritmo con que la comuna platense también avanza en otros ítems orientados a contener a ciertos sectores de la sociedad platense –tal es la inauguración de zonas WIFI en espacios verdes o la firma de convenios con núcleos privados como Telefónica de Argentina, con quien se inauguró “Una incubadora de Empresas”-, los reclamos sectoriales se hacen oír.

El sanitario es otro de los territorios en que la gestión garrista está poniendo su energía. La inminente implementación del SAME –sistema de ambulancias local- se lleva muchas de las miradas de quienes piden del Ejecutivo municipal acciones concretas para paliar los déficit en temas considerados de “urgencia social”

Por caso, en los últimos días, la Defensoría Ciudadana a cargo de María Monserrat Lapalma dio lugar un pedido masivo de vecinos para declarar de emergencia urbanística la situación en los barrios Villa Garibaldi e Ignacio Correa. Por otro lado, el conflicto de las cooperativas de trabajo, siempre latente, tuvo un nuevo capítulo este viernes, cuando de forma contundente hubo cortes de calles en formato de protestas en las delegaciones de Lisandro Olmos y Altos de San Lorenzo bajo las consignas “basta de abandonos en nuestros barrios”.

Llamados de atención que según la lectura política que se aplique, podrían significar un botón de muestra para mayores manifestaciones sociales. Todavía está fresca la agresión que el Palacio Municipal sufrió la semana pasada en manos de punteros de la gestión saliente y miembros de sectores militantes despojados democráticamente del poder en diciembre pasado.

En el Palacio municipal de calle 12 toman debida nota de estas cuestiones y entienden que para llegar con chances reales de tener una buena performance en las urnas el año próximo, las principales problemáticas deberían al menos estar en vías de solución. “No podemos pagar el precio de una pérdida de respaldo de la gente después de la confianza que nos brindó el año pasado”, resumió un colaborador con línea directa al despacho municipal de la Planta Baja del municipio.

Sacarle rédito al error ageno

En ese marco, la conducción del PJ platense está con la energía puesta en recuperar terreno con acciones militantes y el contacto con los sectores más desprotegidos de la ciudadanía. En ese aspecto, la inauguración, la semana pasada, de la Central de Reclamos Vecinales, fue una acción ideada para institucionalizar buena parte del inconformismo social. Tarea encabezada por el concejal Gabriel Bruera, quien junto a algún otro compañero de bancada en el Concejo, es habitual portavoz de pedidos vecinales tales como falta de luminarias, bacheos e inseguridad en los barrios.

Estas movidas se instrumentan con cierta anuencia del sector ultrakirchnerista de la ciudad, encabezado por la concejal Florencia Saintout, de quien se dice, tal como se informó la semana pasada en este espacio, que podría forjar un acuerdo con el bruerismo para volver a ganar el municipio.

En ese contexto, un acto partidaria organizado con la excusa de recordar el renunciamiento de Evita a la vicepresidencia en 1951 fue el escenario ideal para que parte el justicialismo platense –que todavía no sabe qué rumbo tomar por la diversidad de vertientes internas y los intereses contrapuestos que existen-, ensaye nuevas críticas al gobierno de Cambiemos, sobre todo “a las políticas de ajuste” implementadas contra trabajadores.

Operativo resurrección

Desde otro sector de la oposición, el sector que responde a la ciudad a la diputada nacional Margarita Stolbizer (GEN) lanzó una campaña de afiliación en la vía pública con el objetivo de reflotar los magros resultados obtenidos en los últimos comicios –en el Concejo sólo queda el margarito Gastón Crespo como exponente del espacio-, e intentar, quizá alianza con el Frente Renovador massista mediante, obtener más escaños en el 2017. La movida fue encabezada por el titular del GEN local, Martín Rubio y la vicepresidenta Liliana Ostapuk.

En el Concejo

En el plano estrictamente legislativo, el deliberante platense sesionó por 17ª vez el pasado miércoles, en un plenario desprovisto de polémicas y chicanas picantes entre las bancadas. En un clima de “forzada institucionalidad”, el cuerpo deliberativo no abordó cuestiones claves para la ciudad, aunque no se descarta que temas calientes como la habilitación del Supermercado Día % vuelvan a ganar protagonismo en las próximas semanas.

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