La Plata, capital política por excelencia, no es ajena a este fenómeno que aglutina en una misma bolsa a peronistas ortodoxos con ultrakirchneristas: en la jornada que da cierre a la semana, la tropa del peronismo local movilizó cuanto pudo para contribuir a fortalecer la proclama anti macrista que concluirá en el Monumento al Trabajo en San Telmo, un grito en el cielo que, esperan sus mentores, se haga oír en los despachos de poder con sede en la Casa Rosada y tenga resonancia social –la mediática está garantizada-.

En ese marco se mueven por las diagonales los razonamientos de quienes pretenden sellar la unidad del PJ, achicando las diferencias del pasado y mirando un futuro que tiene como fechas-hitos más importantes la elección partidaria de mayo, en primera instancia, y los comicios legislativos de medio término en 2017, en segunda.

Este medio ya describió en reiteradas ocasiones cómo comenzaron a abrir el camino de la resurrección los habitantes de la sede partidaria de calle 54: plenarios, actos institucionales y convocatorias a la “troupe” se convirtieron enel pretexto ideal para mostrar vitalidad y oposición a la gestión que en la ciudad encarna Julio Garro en nombre del Pro.

En el Concejo Deliberante de la ciudad –caja de resonancia política por excelencia-, desde hace tiempo se escuchan voces que pregonan “la unidad ante todo”. Esto incluye dar por saldadas de una vez las cuentas pendientes del pasado y conquistar “el dominio” de la calle, como otrora.

La bancada que responde al peronismo en el recinto de calle 11 está integrada por kirchneristas y peronistas que comulgaron y aún comulgan con lo que quedó del bruerismo. Los ediles Florencia Saintout, Gastón Castagneto y Guillermo “Nano “Cara” reportan en el FpV – PJ Nacional y Popular; los concejales Pedro Borgini, Gabriel Bruera, Gabriel Céspedes, Lorena Riesgo, Fabián Lugli y Silvana Soria son los referentes legislativos del FPV-PJ.

Todos, sin distinción, se trenzan en bien pueden con los referentes de Cambiemos -fundamentalmente con el titular del cuerpo deliberativo, Fernando Ponce, que se presta gustoso al intercambio verbal-; una batalla retórica sobre “ideologías” y “políticas de Estado” que la mayoría de las veces tiene escaso vuelo y otras, se encarna en una retórica de mayor voltaje.

En este reducto del peronismo, desde hace semanas, mascullan bronca acumulada por lo que entienden es “una fragmentación ridícula” de lo que fue una bancada del FPV homogénea en la Cámara de Diputados provincial, donde ruptura mediante coexisten con tironeos y reproches 36 diputados entre camporistas, miembros del Movimiento Evita, peronistas tradicionales e independientes.

“No hay forma de que entiendan de que el enemigo es el oficialismo macrista y no los propios `compañeros`”, repiten. También le reclaman a los dueños de las bancas en la Cámara Baja que “no se olviden de que las necesidades y los votos están en la calle”.

Los despidos masivos, el ajuste económico administrativo en el Estado y sectores de la esfera privada y la inflación creciente, entre otras razones que incluyen el impuesto a la ganancia, son argumentos de sobra como para que los diputados se olviden de “la pelea chica” o el “chiquitaje”. Es un pensamiento que predomina con diferentes matices en la oposición peronista con sede en el Concejo.

Hasta algunos massistas que fueron inicialmente afines a la idea de “la oposición responsable” pregonada desde Tigre están más cerca de volcarse al antimacrismo que de dejar los pies plantados en el Frente Renovador en carácter de aliados circunstanciales. Es una fuerza de la que todavía necesita Cambiemos para compensar el déficit de manos levantadas en las cámaras legislativas.

Aunque silbando bajo, estos espacios también confluyeron en la marcha que se transformó en la primera mega muestra de disconformidad hacia la presidencia de Mauricio Macri –y por decantación de María Eugenia Vidal - con el respaldo de la plana mayor sindical encabezada por Hugo Moyano, Antonio Caló, Hugo Yasky y Pablo Micheli (Luis Barrionuevo se bajó a última hora por la presencia K), principales portavoces gremiales del país, en proceso de convenida unificación.

¿Operativo retorno?

En el orden de los re acomodamientos políticos, habita por los pasillos del Palacio Municipal de calle 12 una versión que hace aventurar una posible vuelta a las fuentes. Precisamente un sector del massismo que en las elecciones del año pasado inclinó su apoyo hacia la candidatura de Daniel Scioli después de perder la PASO evalúa por estas horas la alternativa de pasar a engrosar las filas del Frente Renovador en el Concejo, que tiene representación en los ediles José Arteaga, Oscar Vaudagna, Javier García, Miguel Forte y Luciano Sanguinetti.

Gestión y Concejo

En el plano de las acciones de gobierno, el jefe comunal Julio Garro tuvo una semana “planchada” en términos de problemas mayúsculos y reclamos sociales de resonancia y con algunas nuevas muecas de gestión como la entrega de escrituras sociales, el martes, en el Pasaje Dardo Rocha.

En esa instancia, el alcalde platense volvió a pronunciarse sobre lo que entiende será una lucha mancomunada con Provincia contra la inseguridad –“…el delincuente va a pensar muy bien si viene a delinquir a La Plata”, repitió-, y ratificó la continuidad de los operativos para regularizar la venta ilegal en la vía pública, protagonizada por manteros y ambulantes.

En el plano legislativo, la novedad en el Concejo fue la reunión de la comisión de Hacienda en la que, como todos los años, se comenzó a abordar la Rendición de Cuentas municipal. En este caso, los concejales Gabriel Bruera y Lorena Riesgo –ex responsable de ese núcleo de trabajo parlamentario-, dieron explicaciones de cómo se desarrollaron los gastos e ingresos del último período de gobierno de Pablo Bruera. El tema sería tratado en el recinto promediando la segunda semana de mayo.