Y al calor de negociaciones y reuniones informales que comenzó a mantener el presidente del deliberativo, Fernando Ponce con los distintos bloques, se conocieron los borradores iniciales del nuevo organigrama de esos núcleos de trabajo legislativo.

Los primeros tironeos se dan por quién se quedará con las estratégicas comisiones de Planeamiento y Legislación, ya que la de Hacienda quedó conformada a fines del año pasado (y en manos del macrista Julio Irurueta), cuando se trató el Presupuesto municipal 2016. Planeamiento fue prometida inicialmente para el massista Oscar Vaudagna pero también tiene intenciones de quedársela el radical de Cambiemos Claudio Frangul.

La novedad en la comisión de Legislación es que inusualmente podría quedar en manos del propio Ponce. El titular del Concejo pretende manejar Legislación a pesar de los “peros” puestos por algunos concejales. “No hay nada legal que me lo impida”, se excusa.

Ocurre que es poco habitual que un presidente del CD ostente esa doble función, aunque no hay razones reglamentarias para que no pueda hacerlo. Como plan B, la comisión puede quedar en manos del monobloquista aliado Gerardo Jazmín, ex Frente Renovador.

Otras comisiones de menor peso legislativo como la de Seguridad y Derechos Humanos será para el massista Javier García (en tal caso continuaría presidiéndola) y la de Producción y Desarrollo Local para la también dueña de un monobloque afín al oficialismo Marcela Farroni.

Transporte y Tránsito irá para el gremialista del Frente Renovador Miguel Forte (Camioneros); Medio Ambiente y Calidad de Vida para el "margarito" Gastón Crespo; Salud y Medicina Social para Raquel Krakover, de la Coalición Cívica en Cambiemos; Cultura y Educación para la radical Florencia Rollié y por el momento hay un bache en la designación de Obras y Servicios Públicos.

Se supo, en tanto, que el bruerismo intentará “pelear” la conducción de Legislación y Planeamiento, una empresa más que difícil considerando el nuevo esquema de poder en el recinto.

Cuestión de números

Otro de los inminentes cortocircuitos se da en torno a la cantidad de miembros que ubicará cada bloque. Se sabe que cada comisión tiene 8 integrantes y los dictámenes se definen con la mayoría simple. Como ocurre con las votaciones en el recinto, el presidente de la misma tiene voto doble.

En ese marco, trascendió que el oficialismo quiere poner cinco miembros en todas comisiones, lo que dejaría a las demás fuerzas con sólo tres representantes, una clara desventaja a la hora de definir los proyectos que irán a tratarse al recinto.

Pero ya hay focos de resistencia ante esta posibilidad y quienes aconsejan a muchos de los todavía inexpertos operadores legislativos del macrismo incluir 4 miembros de Cambiemos más 1 aliado en las comisiones que no presiden y 3 integrantes más 1 socio legislativo en las comisiones propias. En ambos casos, el “número mágico” dará siempre 5.