Judiciales y Policiales
La seguridad del lugar entró como un caballo

Circo redondo en el Hipódromo platense: desbarataron a banda que levantaba apuestas clandestinas

Con este hecho, la seguridad del Hipódromo quedó otra vez en jaque.

Una banda que levantaba apuestas clandestinas antes de cada carrera en el hipódromo local pudo ser desbaratada por la Policía.

El trabajo que realizaba este grupo conformado por tres personas estaba bien organizado y causó “un grave perjuicio a la agencia oficial dependiente de la Dirección de Loterías y Casinos” bonaerense.

Los estafadores habían colocado “una especie de sala de apuestas en el sector de la tribuna oficial” del predio de 115 y 44. A la maniobra, “la repetían semanalmente”, explicó un oficial que participó de la investigación.

Pero la semana pasada, detectives de la DDI de La Plata se ubicaron estratégicamente en el recinto y pudieron dar con el paradero de los maleantes que se ubicaban en el interior del establecimiento ubicado en 44 y 116.

En este sentido, un sujeto que “se entrevistaba brevemente con los apostadores, de los que recibía dinero”, previo a “hacer algunas anotaciones en diversos papeles y en la revista con el programa de carrera de la fecha”, reveló el jefe policial.

Luego se dirigía a encontrarse con un segundo hombre que, sentado en las gradas, recibía la plata y las anotaciones, las controlaba y se las llevaba -justo antes de la carrera- al líder.

Según los investigadores, éste operaba como “banca” desde la tribuna oficial, ocupando una mesa del sector VIP de la confitería del Hipódromo.

Los policías esperaron a que sucediera la misma maniobra en la próxima carrera, que fue la décima, y al arranque del intercambio de dinero interceptaron a cada uno de los sospechosos.

Cabe mencionar que en el reporte oficial detallaron que entre los tres tenían más de 30 mil pesos en su poder. No obstante, los acusados recuperaron la libertad luego de ser identificados en la causa y ahora se investiga si operaban en otros hipódromos.

Con este hecho, la seguridad del Hipódromo quedó otra vez en jaque y puso en el ojo de la tormenta a los trabajadores que se encargan de la vigilancia.

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