El camporismo pierde una banca en el Concejo en favor del Movimiento Evita: renunció el edil Alaniz
La agrupación ultra K La Cámpora no tendrá más “representación pura” en el Concejo Deliberante platense cuando en abril retomen las sesiones ordinarias: el ahora ex titular del bloque FPV Nacional y Popular, Martín Alaniz, presentó formalmente su renuncia en las últimas horas.
Fiel a su estilo, cultor del perfil bajo, el edil con llegada a Máximo Kirchner eligió abandonar el recinto en pleno receso legislativo y dejará su lugar a la dirigente del Movimiento Evita Ludmila Kostiuk, quien le seguía en la lista en los comicios del 2011 bajo el padrinazgo de la candidatura “colectora” del ahora funcionario sciolista de Derechos Humanos Guido “Kibo” Carlotto.
Según trascendidos a los que tuvo acceso NOVA, Alaniz dejó su escaño “por motivos personales”, una excusa que suele darse cuando “ya está abrochado” un pase a otra órbita estatal; en este caso el rumbo sería la administración nacional.
Alaniz, santacruceño con llegada al hijo presidencial, presidía el bloque de cuatro escaños integrado por la decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, el alakista Sebastián Tangorra y el referente de la JP Buenos Aires Guillermo “Nano” Cara, quien cercano a La Cámpora reportaba en Unidos y Organizados, el armado de agrupaciones oficiaistas donde también está el Movimiento Evita del ex piquetero Emilio Pérsico.
Todavía no hay certezas quien lo reemplazaría en la titularidad de la bancada, pero por “peso histórico” podría ser Tangorra –quien ya ocupó ese puesto- o la académica Saintout, de creciente protagonismo en el último año.
Con la asunción en abril de Kostiuk, el sector de Emilio Pérsico recupera un lugar en la estructura de poder municipal. También con banca pero jugando desde hace tiempo para el bruerismo habitan el recinto de calle 12 las concejales Lorena Riesgo y Silvana Soria, del ala del jefe de Gabinete Santiago Martorelli, otroras aliados del ex heladero.
El pase se da en un contexto de ebullición política en las filas kirchneristas por la muerte del fiscal Alberto Nissman y en un momento de repliegue y reagrupamiento de los sectores ultrakircneristas rumbo al fin del mandato de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
