Melodías de Diván, la pieza teatral musical de Gastón Marioni ya es un éxito en La Plata
Desde el pasado sábado 23 de agosto en el Teatro Estudio, se presenta Melodías de Diván una comedia dramática musical de Gastón Marioni que reúne a cinco reconocidas actrices de la escena local: Irene Bianchi, Alejandra Bignasco, Graciela Sautel, Maria Ines Portillo, Bettina Giorno y a la pianista Flor Zerillo.
Con escenografía de Enrique Mario Cáceres, vestuario de Mariano Toffi y producción integral de Teatro Estudio, esta obra se podrá ver todos los sábados hasta el 9 de Noviembre, a las 21:30, en el Teatro Estudio de la ciudad de La Plata en la calle 3 Nº 386, entre 39 y 40.
Melodías de Diván está escrita y dirigida por el multipremiado y talentoso Gastón Marioni, marcando su regreso al teatro para adultos. El espectáculo reflexiona sobre los vínculos humanos con eje puesto en la identidad.
Una comedia dramática en la que el tema de la identidad se plasma en el escenario entre románticos y reconocidos boleros cantados en vivo, como “Arráncame la vida”, “Espérame”, “Cuenta conmigo”, “Cosas de la vida”, “Historias de un amor” y “Quizás”, entre otras.
Con humor, dramatismo y música romántica se busca reflexionar sobre los vínculos que nos definen como personas. ¿Biológicos o heredados? Esa es la cuestión.
La obra
Melodías de Diván es un nuevo espectáculo teatral musical que vincula el universo de los boleros en un entretejido argumental que reflexiona sobre los vínculos humanos y la innata necesidad de saberse con nombre propio: la propia identidad. Bárbara, Elena, Verónica, Sara y Raquel son cinco mujeres carentes, que buscan.
Todas ellas han perdido algo muy valioso, algo que las mutiló, una falta que las congeló en el tiempo. Esa ausencia les dejó una cicatriz indisimulable. Sin embargo, no se resignan. El deseo de entender, de encontrar la verdad, de recuperar lo extraviado, de completarse nuevamente, persiste. Es el motor que las mantiene vivas, que las empuja hacia adelante, contra viento y marea. Entonces se vinculan, casi sin querer.
La causalidad las reúne; el destino las convoca, las cita en un encuentro fortuito y revelador, del que todas saldrán modificadas. Será un nuevo comienzo, un nuevo punto de partida, porque la verdad, por dura que sea, libera. Y poder verbalizar los conflictos, es el primer paso. La palabra sanadora alivia, descomprime, salva. Y cuando la palabra no alcanza entonces se hace lugar la canción, porque hay cosas que sólo se pueden decir cantando. Probablemente, la experiencia que atraviesan las hermane para siempre. Al fin y al cabo, los vínculos que se construyen son más valiosos que los heredados.
