Política
Denuncian a senador del FPV en el Colegio Nacional

Resentido por la derrota, Oliva desplegó una campaña para desgastar la imagen de los directivos

El fantasma del exdirector Gustavo Oliva, hoy senador del FPV, sobrevuela por el Colegio Nacional de La Plata. Artimañas políticas de otros tiempos, ¿y la democracia? ¿y los derechos humanos?.

Tras la derrota del oficialismo en el Colegio Nacional de La Plata, el exdirector Gustavo Oliva, hoy senador del FPV, se le truncó el objetivo de perpetuarse en la institución educativa secundaria de la Universidad. Resentido y despechado, el funcionario desplegó una campaña con el fin de desprestigiar al Rafael Hernández y sus nuevos directivos.

En junio pasado, la pérdida de terreno del Proyecto Nacional comenzó a evidenciarse en la ciudad de las diagonales. Uno de los búnker del kirchnerismo recibió un cross a la mandíbula: la oposición encabezada por la profesora Ana María García Munitis obtuvo un contundente triunfo en las elecciones del Colegio y se convirtió en la nueva rectora de la institución para el período 2014-2018.

María José Arias Mercader no pudo renovar su mandato y continuar con la línea de Oliva, pero el senador no se quedó con los brazos cruzados. A partir de entonces, buscó desgastar la imagen de la nueva conducción, intentando generar un golpe de estado. Si, el referente de la democracia y los derechos humanos sacó de la galera artimañas de otras épocas para recuperar el poder.

El Colegio actualmente atraviesa una etapa de apertura, situación que irrita al senador kirchnerista, denominado por este medio “papa verde” (no sirve ni para ñoqui), quien solo colgaba su cuadro en las paredes del establecimiento, sacando el de los anteriores decanos. Aquellos estudiantes que decidieron mantener distancia o discutir la bajada de línea oficialista, se les hacía todo cuesta arriba: “Uno de los tantos profesores K se puso a hablar del Futbol Para Todos, yo le refuté con mi postura y me mandó increíblemente a dirección por utilizar mal vocabulario, cuando la razón era otra”, aseguró un estudiante en diálogo con NOVA.

La denuncia de la flamante decana

Ana María García Munitis, actual decana del Colegio y referente del nuevo espacio conformado por distintas vertientes ideológicas que obtuvo 112 votos contra los 83 del oficialismo, dio a conocer un comunicado firmado por ella y el equipo de gestión que la acompaña, denunciando la sucia campaña del señador Oliva.

“Ante el infame carácter que ha tomado en los últimos días la campaña de difamación organizada por el senador Gustavo Oliva, frente a la cual guardamos silencio durante los 78 días que llevamos de gestión, creemos que ha llegado el momento de hacer escuchar nuestra voz”, indica el comunicado.

En tanto, agrega que “el último acto, que no podemos tolerar, es el que nos acusa de haber descolgado las fotos de los desaparecidos de las paredes de la biblioteca y las fotos de las Madres del descanso de la escalera central del edificio. No podemos tolerarlo por su falsedad y porque nos hiere en lo más profundo de nuestras convicciones”.

El texto sostiene: “Nuestra militancia, nuestros vínculos familiares y nuestros sentimientos han estado siempre y están junto a nuestros desaparecidos y a los organismos de Derechos Humanos. Las fotos y afiches vinculados a la lucha de Madres y Abuelas nunca fueron ‘descolgadas’, se encuentran en el Hall del Edificio Madres de Plaza de Mayo, en la antesala de la Biblioteca, donde están las más de 200 fotos de compañeros desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar”.

Agregan que “las únicas fotos que se han descolgado, Senador Oliva, son las suyas, porque si no hay en todo el colegio foto ni retrato de ninguno de los Directores que el Colegio Nacional ha tenido en sus años de existencia, no vemos por qué deban estar las suyas. Las mismas han sido guardadas en la sala destinada al Museo Histórico del Colegio”.

Además remarcan que el “senador Oliva, probablemente esté intentando quitar el foco de atención de un hecho muy sencillo: perdió las elecciones. Porque hemos luchado por la democratización de los colegios y porque creemos que la vida política fortalece el funcionamiento de las instituciones, esperamos que su aporte como ex director, como así también el de quienes lo acompañan, se formule dentro del debate educativo y no transitando el barro de la infamia”.

Vapuleado por la derrota, “papa verde” ya no sabe con qué artilugios atacar. Lo cierto es que el primer matrimonio K de la región cayó: Oliva había ubicado como vicedecana a su novia –a pesar que ella insiste con formalizar- María Laura Rodríguez, pero se quedó sin el pan y sin la torta.

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