Política
Pre candidato a intendente de La Plata

Jesús María "Tito" Plaza: "Este es un estado municipal deteriorado por la mala praxis"

Jesús María “Tito” Plaza, pre candidato a intendente de La Plata. (Fotos: NOVA)

Tras cerrar un ciclo de docencia universitaria, que se extendió por espacio de 42 años, Jesús María Plaza, “Tito”, decidió volver a trabajar dentro de un espacio político. “Con 66 pirulos estoy un poco cansado del aula. Posiblemente extrañe, como extraño todo lo que hice en mi vida, pero ahora tengo la oportunidad de recuperar una idea de lo que yo pienso que tiene que ser el ejercicio de la política y la administración pública”, señala “Tito” al ser entrevistado por NOVA y agrega: “Nada mejor que mi ciudad, que es donde decidí quedarme después de tanto girar por el mundo”.

Reconocido por la dirigencia política por su paso por distintos cargos de la administración pública provincial y municipal, respondió a una convocatoria de distintos sectores de la sociedad y hoy trabaja para llegar a la intendencia platense con el espacio político Tiempo Platense, “porque este es el tiempo para dar la batalla”, asegura.

“Lo tengo que parafrasear: me llama la ciudad” dirá al respecto y agrega: “Yo tuve un paso de mucho trabajo por la función pública y me llaman distintos sectores de la ciudad frente al conflicto que hay en la política como ciencia destruida por el ejercicio de la misma. Me llama la pertenencia a un lugar donde están mis afectos: acá están mis padres en el cementerio, mi hermano desaparecido en el éter, de acá es mi hijo, de acá es mi compañera, de acá son mis nietas. Entonces resolvimos tener pertenencia definitiva en La Plata”.

- ¿Qué sucedió que se alejó de la política?

Cuando yo hablo de mi paso por la función pública, no hablo de fracaso, hablo de frustración, porque lo que uno intentó modificar a partir del ingreso no se modificó como uno deseaba, pero que se puede modificar. Es cuestión de empezar a tener constancia en la producción de nuevas costumbres, recuperar la cultura que nos llevó a este proceso de 30 años y recuperar desde lo nuevo lo que se deterioró en este proceso en los últimos 70 años.

Hay que recuperar la política como una herramienta de administración de una comunidad. Hoy la política se deteriora, se licua, porque está al servicio de una nueva clase: la clase de los políticos. Debería ser al revés, acá se revirtió: la político al servicio de todos.

Hay una resaca que deja el proceso de la dictadura genocida, es una patología y las patologías a nivel individual se reflejan en la sociedad, así que esto no es una crítica, sino una ubicación del fenómeno que estamos viviendo y por eso vienen los problemas comunes a la comunidad.

La idea es crear nuevas costumbres, sin rechazas las costumbres que uno viene generando, que no es ni más ni menos que el proceso cultural.

- ¿Qué rescata de este proceso político que a usted lo frustró?

- La actividad misma. El paso de la experiencia. A mí me frustra el resultado, no la experiencia. Además con responsabilidades muy altas. Desde el punto de vista de cargos ejecutivo, una segunda categoría dentro del nivel provincial, a través de lo que después fue el Instituto Cultural; director provincial del IPS, en la peor etapa que fue en el 2001, cuando los jubilados no sólo no cobraran, sino que cuando cobraban en patacones.

Anteriormente tuve mi experiencia municipal. Fui director de gobierno (de Julio Alak) y fui el primer director General de Derechos Humanos que hubo cualquier institución del país y en cualquier provincia del país, fue acá en la ciudad de La Plata.

La frustración en la conquista, pero hoy tengo la experiencia de que el actual ministro de Justicia y Derechos Humanos mamó de esta teta que le creó la Dirección de Derechos Humanos en la ciudad de La Plata y esto tiene un valor inconmensurable. Aquel que me conoció y me conoce, esto lo tiene guardadito en su memoria como si tuviera un tatuaje de mi `paso por la función pública.

- ¿Qué proyecto acompaña o le gustaría acompañar?

- Hay muchos proyectos, yo hago el eje en trabajar con mucha constancia en esta montaña, como dice la cultura de Confucio, trabajar sobre este árbol que empieza a modificar a la nueva historia. Por lo tanto respetar lo que está, y agregar lo que une puede incorporar para que la cosa sea mejor. Recuperar lo deteriorado, para trabajar sobre lo nuevo y esto requiere de un cambio cultural.

Desde ahí hay que recuperar el estado. Este es un estado municipal deteriorado por la mala praxis. Hay que recuperarlo porque es la herramienta. El estado al servicio de un sector no sirve, el estado al servicio de la comunidad en su conjunto haciendo el equilibrio, resolviendo los conflictos, es la verdadera función. Adentro de esta filosofía está el proyecto.

Esta es una ciudad, por suerte, está rodeada por tres institutos universitarios. Si esta piel que está cubierta por universidades no sirve para generar equipos de trabajos completos, en cuanto a su aspecto técnico, quiere decir que nos equivocamos.

Uno no trabaja sobre la destrucción que dejó víctimas económicas y en vidas de la inundación, sino que el trabajo debe ser para que no se vuelva a producir la inundación. Una política de prevención. Desde ahí se puede avanzar para un proyecto para la ciudad: recuperar la identidad, recuperar los barrios, recuperar los clubes de barrio, que los clubes estén manejados por los vecinos y no por el político, que el político haga en lugares que el partido le indique; pero dejar el barrio para la cultura del barrio

- ¿Y cómo se hace? Porque a lo largo de los años se hace como una especie de callo en la sociedad, desde donde se hace difícil correrse

- Te queda el proceso cultural equivocado a partir del vicio. Pero hay que empezar a modificarlo desde la actitud de la administración del estado. Redoblar la idea de un estado distinto al que se contaminó. Y esto se hace desde la formación del Estado, desde el ejercicio de la función pública. Si el intendente tiene una estrategia de austeridad para poder manejar la austeridad como principio genérico en el empleo administrativo, en el empleo jerárquico, damos un paso importante.

- Pero ¿y qué hacemos con el aparato que sostiene eso?

- Hay que pelear, es la batalla cultural. La pelea se da desde el ejercicio de la función, darla desde afuera es muy común y no sirve para nada, no siquiera para complacerte desde el espejo que te peleaste con el que se equivocó. Pero desde adentro sí, y para eso se requiere de la herramienta y la herramienta es la que nos permite este avance sobre un proceso democrático, también deteriorado, pero que por lo menos te dejó el voto para llegar

El que llega con el voto, tiene el derecho de empezar a transformar. Sea el aparato que sea, se puede.

- Teniendo en cuenta esta coyuntura, ¿está en contacto con instituciones, organizaciones, vecinos que lo quieran acompañar?

- Desde la más absoluta humildad, soy un convocado por los sectores. No soy aquel que va a los sectores. Ahí es donde percibo que, dentro de un proceso de finitud por la edad que uno tiene, estoy en la etapa en la de poder dar lo que me están pidiendo, me lo piden mis conciudadanos.

- ¿Tiene definido un espacio político partidario?

- Sí, nosotros hemos creado un molde para trabajar institucionalmente que se denomina Tiempo Platense, porque este es el tiempo para dar la batalla. A través de Tiempo Platense vamos a trabajar en lo local. Apuntamos pura y exclusivamente al Ejecutivo municipal. Si esto en el transcurso del 2015 amerita el acercamiento de estructuras provinciales o nacionales donde uno puede anclar, se hace. Yo no necesito decirle a nadie de dónde vengo, cuál es mi origen, mi pensamiento, mi proceso ideológico porque uno no es nuevo socialmente

Es una agrupación vecinal que en el poco tiempo formal que tenemos el crecimiento es vertiginoso, no lo digo en campaña porque no se hacer campaña. Es vertiginoso el apoyo. Plaza es una familia patricia en esta ciudad. Por el martirio de mi hermano, por la militancia y la lucha por la comunidad, por haber sido el único docente que hay en esta ciudad que ha sido profe de los tres institutos, desafío a cualquier colega. Esto tiene un desafío inmediato, porque si yo hablo de casi 50 años de docencia universitaria hay de mínima cinco generaciones que pasaron su relación comunicacional conmigo y eso tiene su peso. Ni hablar de la gestión pública.

- Teniendo en cuenta que usted trabajó con la actual presidenta antes que ella llegara a la Rosada, ¿qué mirada tiene de la gestión de Cristina Kirchner?

- Soy terriblemente optimista sobre la gestión de la Presidenta. Desde lo personal, el crecimiento que tiene Cristina Fernández desde el ejercicio de la primera magistratura es voluminosa y no hay, dentro de mi criterio y análisis, un líder político de la importancia de Cristina Fernández, independiente de acordar o no con el ejercicio de función o su pensamiento. El liderazgo de Cristina, es como Riquelme para Boca, es una distinta. Haberla encontrado, la sociedad debería de aprovecharla mejor.

Yo creo en los liderazgos profundamente. Como profesor de Historia de las Ideas, la generación de los movimientos en la historia de la humanidad se produce con los liderazgos de por medio. No creo en los estamentos de consenso, si el consenso no nace primero de un relato fuerte que imponga, demostrado por la historia de la humanidad.

- Este liderazgo el año que viene concluiría…

- No, concluye en la función como Ejecutiva, pero no su liderazgo. No puede ni sus seguidores, ni un país su prescindir de un liderazgo como el de Cristina Fernández de Kirchner

- ¿Y cómo se resuelve al año que viene?

- No sé. Esto se resuelve con el voto. ¿Para qué lado va ir el voto?, no quiero hacer futurismo por lo tanto no opino. Yo tengo mi análisis, tengo mi deseo y además tengo voto en ese sentido porque sé donde lo voy a poner, pero no puedo hacer futurismo con este tema, porque esto es cambiante, porque los ciclos a través del avance de la tecnología en el mundo cambian día a día. La aparición de las redes sociales modifica cualquier pronóstico que vos hagas en función de dónde va a poner el voto de la gente. Esto es así, entonces quién lo hace es un mentiroso, es un estafador.

- De todos los nombres que circulan para ocupar la presidencia, ¿quién le parece que está capacitado para llevar adelante la gestión del país?

- Para mí hay una sola persona capacitada y es Cristina Fernández de Kirchner. Resolverá el conjunto de la sociedad argentina quién puede cubrir ese hueco.

- Pero usted, personalmente…

- No, yo no. Yo insisto con Cristina Fernández de Kirchner. El día que tenga que poner el coto en la urna, veo.

- ¿Y qué opina de los pre candidatos? Teniendo en cuenta que hay hombre que se postulan y que son de gestión, como Scioli, Massa, Urribarri…

- Massa es un invento mío, los conozco a todos. Pero creo que no me corresponde a mí opinar de la capacidad que tenga los que tienen intenciones de presidir los destinos del país, eso lo resolverá la gente con su voto. Esta es la verdad.

Por alguna razón el modelo democrático dice que el voto tiene que ser secreto, y sobre todo cuando la política está contaminada como ciencia y como herramienta.

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