Y es que, de acuerdo a los datos emanados por la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad de Estado (CEAMSE), durante el primer trimestre de 2014 Brandsen envió al relleno de Punta Lara 1434 toneladas de residuos, lo cual significa un 40 por ciento más que lo dispuesto durante el mismo período de 2013 (1050,4 toneladas).

Además de la basura, con esta realidad que reflejan los números, también se entierra un discurso del oficialismo abocado en conservar los jirones de credibilidad en un área que comenzó postulándose como uno de los pilares del gobierno municipal y que por estos días no es más que un gran container de promesas incumplidas, no sólo por Arias, sino, fundamentalmente, por la directora de Política Ambiental, Viviana Dagan, quien durante los años de la gestión radical fue una de las principales activistas en contra de rellenos sanitarios como los que, en la actualidad como funcionaria, hace uso para enviar los residuos a pesar de estar el predio de Punta Lara colmatado.

Asimismo, las imágenes expuestas semanas atrás por el periodista Gerardo López son una muestra elocuente del penoso estado en el que se encuentra la Planta de Tratamiento de Residuos local, generándose además en el Concejo Deliberante de Brandsen un proyecto de Decreto redactado por el bloque UCR para que el Ejecutivo responda acerca de la inversión que ha hecho dentro de la mencionada Planta en materia de infraestructura, como así también diversos datos sobre el funcionamiento y producción de la misma.

Esto último había disparado un arduo debate donde el oficialismo sigue escudándose en hacer comparaciones entre lo enviado a la CEAMSE hace tres años y lo que se envía en la actualidad. Allí, el concejal ultragastonista, Marcos Herensperger afirmó que se redujo en un 50 por ciento los envíos, aunque para esto hizo una particular comparación entre la basura que se envía en la actualidad con aquella que hipotéticamente hubiese sido enviada en el mismo lapso de tiempo de seguirse con las proyecciones crecientes de envíos que realizó la gestión radical hasta su finalización.

Pero, de tomar este parámetro de análisis de Herensperger, y teniendo en cuenta no sólo el incremento de envíos observado en el primer trimestre de 2014 sino también que en 2013 los trimestres venideros registraron envíos mayores, se podría deducir que, al terminar 2014, Brandsen estaría enviando una cantidad de residuos similar a 2011, cuando concluyó la administración radical. De todos modos, lo que vale a la hora del análisis es saber si el municipio muestra o no señales de evolución año a año en lo que a disposición final de residuos refiere. Estos últimos números demuestran que, en lo concreto, lejos de crecer, se está retrocediendo.