Una organización de defensa del medio ambiente se presentó ante la Justicia para denunciar a funcionarios de Vialidad provincial y la comuna ensenadense por arrojar masivamente en las costas de Punta Lara escombros generados por la obra de avenida 122.
Los funcionarios, en este contexto, afirman estar consolidando un murallón para "recuperar sectores ganados por el río", y "proteger inversiones y bienes materiales".
Desde la ONG Nuevo Ambiente, que formuló ante la fiscalía de turno el planteo por presunto daño ambiental e incumplimiento de los deberes de funcionario público, se consideró que "están tirando desde marzo pasado miles de toneladas de losas de hormigón en la playa, a la altura del camping de SEPUBA, sin una planificación seria, creando un acantilado de tres metros de altura y provocando un daño irreparable".
Los ambientalistas precisaron que estas acciones "violan legislación provincial -como el artículo 28º de la Constitución y la ley 11.723 de Ambiente-, y tratados internacionales como el RAMSAR de protección de los humedales, además de ordenanzas vigentes en el distrito de Ensenada".
"Habiendo resultado infructuosos varios pedidos a la Dirección Provincial de Vialidad, que realiza los trabajos de repavimentación de la 122 entre 32 y 60" subrayaron en Nuevo Ambiente, "y al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), para que paralizaran esta destrucción de más de un kilómetro de frente costero, recurrimos a la Justicia y la Fiscalía de Estado".
En la vereda opuesta, el intendente de Ensenada, Mario Secco, sostuvo que la intervención tiene el permiso del Concejo Deliberante del distrito -cuerpo con amplia mayoría del oficialismo-, que "se realizaron los estudios de impacto ambiental" y justificó el murallón: "La piedra es una manera de evitar que el río no se lleve una millonaria inversión".
En la comuna creen que "lo que devoró los juncales fue el sostenido avance del Río de La Plata, pero en poco tiempo se podrá efectuar un relleno y plantar árboles para tener una playa con fogones, como en otra época".
En los últimos tiempos, la realización de varias obras de infraestructura viene asestando golpe tras golpe a un paisaje único, que es valorado por expertos nacionales y organismos científicos internacionales.
Ejemplos de esto, entre otros, son la paulatina pérdida de juncales en Punta Lara; la sepultura de decenas de hectáreas de la isla Paulino y la construcción de terraplenes costeros de defensa elevados sobre escombros y residuos, que modificaron la dinámica hídrica sobre zonas de monte y bañados.
