Si en esa ocasión tampoco se logra constituir el consejo directivo, la facultad quedaría acéfala en mayo -cuando vence el mandato de la actual decana Graciela De Antoni- y se abriría un escenario de intervención de la casa de estudios por parte de la Universidad.

En este punto cabe recordar lo que marca el reglamento en cuanto a la elección de decanos, lo que sucedió en Exactas en las dos primeras sesiones y lo que podría llegar a suceder en la tercera. La normativa dice que en la primera sesión extraordinaria deben estar presentes los 16 consejeros directivos. Pero el jueves último, en la unidad académica de 47 y 115 sólo 8 dieron el presente.

Lo hicieron los dos profesores por la minoría, el graduado puro (o externo), el no docente y los cuatro estudiantes por la mayoría, de la agrupación filokirchnerista Suma. Es decir, los representantes del oficialismo, que postulan como decano al director del Cequinor -centro de investigación del Conicet-, Carlos Della Védova.

Faltaron los cinco profesores por la mayoría, el auxiliar docente, el jefe de trabajos prácticos y el estudiante por la minoría, del Frente Darío Santillán. O sea, el sector opositor, que a excepción del alumno -quien no hizo pública su postura- sostiene la candidatura del investigador Mauricio Erben.

Así las cosas, se realizó el segundo llamado para este lunes. Según el estatuto, para sesionar se requería de la presencia de 9 consejeros (la mitad más uno) que representaran a todos los claustros. Pero el listado de presentes y ausentes fue idéntico al de la primera reunión, de modo que, como se indicó, se convocó al tercer y último pleno para este miércoles.

El reglamento señala que también en esa instancia se precisa de la presencia de 9 consejeros, pero ahora sin importar a qué claustro pertenezcan. Con todo, si vuelven a sentarse en sus bancas solamente 8, la facultad deberá informar que no pudo constituir al órgano de cogobierno, abriendo así la posibilidad de la acefalía y posterior intervención.

La interna que atraviesa Exactas es “muy fuerte” y “la expectativa de que los sectores enfrentados arriben a un acuerdo hoy aparece lejana”, comentaron algunos integrantes de la comunidad académica. Además, apuntaron que la probabilidad de una intervención en esa casa de estudios “excede largamente cuestiones políticas. Se trata de la facultad que más recursos humanos aporta al sistema de ciencia y técnica”, resaltaron.

Desde el oficialismo alertaron -en esa línea- que “en los hechos, una intervención significa, entre otras cosas, la suspensión de todos los procesos concursales, la imposibilidad de sustanciar defensas de tesis y la carencia de representación institucional en la Universidad, en el Conicet, la CIC, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Ministerio de Educación y el de Ciencia y Tecnología”.

En tanto, desde la oposición dicen que el oficialismo tiene “apuro” por designar a su candidato a decano. “Aseguran que el proceso electoral ya está disparado, que es imposible volver atrás, y agitan el fantasma de la intervención. Pero hay resquicios para suspender la elección hasta lograr un consenso que permita resolver la crisis puertas adentro de la facultad”, aseveran.

El oficialismo responde que la oposición es “intransigente” y que “si quisiera un acuerdo lo habría demostrado en su momento, porque lo cierto es que en las primeras reuniones que tuvimos le ofrecimos que ponga al decano”.

Pasando al tema netamente electoral y en el supuesto caso de que este miércoles se logre quórum, como ninguno de los postulantes a decano consigue los 9 votos necesarios se tendría que ampliar el consejo con suplentes, como marca el estatuto de la UNLP. Pero el sector opositor afirmó que “el mecanismo (para ampliar el cuerpo) no está claro, es ambiguo, y además está observado por el Ministerio de Educación.

Pero sobre todo, no hay garantías de que el Rectorado sea imparcial a la hora de interpretar las reglas, porque el oficialismo (de Exactas) ha tejido una serie de acuerdos con la Presidencia de la Universidad”, denunció.

La alianza oficialista habló de “inmadurez política” y de una “total irresponsabilidad (del frente opositor) que ha puesto a la institución en una situación gravísima”.

Este lunes, en Veterinaria se reunió por primera vez el nuevo consejo directivo. No hubo quórum. Faltaron los dos profesores por la minoría (entre ellos, el actual decano Eduardo Pons), el graduado puro, el auxiliar docente y el jefe de trabajos prácticos, es decir, el sector alineado con el oficialismo de la facultad. Quienes dieron el presente fueron los cinco profesores por la mayoría -encabezados por el opositor candidato a decano Claudio Barbeito-, la no docente, el estudiante de Franja Morada y los cuatro representantes de ese claustro pertenecientes al Frente Darío Santillán.

Estos últimos se abstendrían a la hora de una votación. Así, Barbeito contaría con siete sufragios, y un eventual postulante oficialista con cinco. Se realizó el segundo llamado para este miércoles, aunque es altamente probable que se repita el panorama de la víspera y se tenga que convocar a una tercera y última sesión.

En ese caso, como nadie consigue los nueve votos necesarios para llegar al decanato, se tendría que apelar al estatuto y ampliar el cuerpo con suplentes. El grupo de Barbeito asegura que en ese escenario “ganará” la elección. El oficialismo afirma que “no es tan así; el reglamento no es claro y aparte está observado por el ministerio de Educación”.

La facultad “está partida y si eso no cambia será ingobernable”, apuntan los oficialistas. Por su parte, el propio Pons dijo a El Día que “nosotros apostamos a un gobierno de consenso para preservar la institución, sin Pons (textual), sin Daniel Arias (actual vicedecano) y sin Barbeito; con un candidato de unidad”. En tanto, Barbeito afirmó que “nuestro objetivo es unificar una facultad dividida a partir de una mayor participación de todos los claustros”. En el Bosque, las aguas tampoco bajan calman. La pelea es dura y con final abierto.