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El oficio de narrar

Esteban Trebucq, un platense apasionado por el periodismo

Curioso, extrovertido y entusiasta. Así es Esteban Trebucq, el conductor que todos las mañanas acompaña a los platenses con su programa “La Tecla en Vivo” por Cadena Río 88.7.

Por Mariana Portilla, de la redacción de NOVA

Curioso, extrovertido y entusiasta. Así es Esteban Trebucq, el conductor que todos las mañanas acompaña a los platenses con su programa “La Tecla en Vivo” por Cadena Río 88.7. Estudió Derecho, aunque abandonó la carrera en cuarto año, porque supo que el periodismo era realmente su pasión.

En 1991 debutó en los medios de comunicación, con sólo 15 años. Radio Rocha le permitió conocer el oficio por dentro. Allí participó del programa “Deporte con toda la garra”, donde cubría la Liga Amateur Platense.

Más tarde, trabajó en la sección deportiva del periódico vespertino El Pregón, hasta que en octubre de 1993 ingresó al Diario Hoy donde, sin saberlo, pasaría 17 años de su vida.

Esteban remarca que allí aprendió mucho. No sólo escribió sobre deporte, sino que incursionó con la pluma en la información local y hasta en la política. “La gráfica es la matriz de todo. El periodista que no hace gráfica difícilmente sea bueno en radio”, señala en diálogo con NOVA.

Tras concluir la etapa en el medio de calle 32, en 2008 comenzó a trabajar en FM Cadena Río. “La radio fue mi reconversión”, admite el conductor. Y agrega: “Que vayas al supermercado y que un tipo te reconozca, o que te pidan una foto, es muy raro”.

Trebucq confiesa que es curioso por naturaleza y le apasiona narrar historias: “Por eso, amo el periodismo. Es un doble placer laburar de lo que te gusta y que te paguen”.

Escenarios

Con la misma pasión con la que relata su historia de vida, Esteban lleva a los escenarios de la ciudad su monólogo titulado “El tarambana argentino”, donde reflexiona sobre la personalidad de los argentinos.

“Somos engreídos, arrogantes y centristas. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, nos representa muy bien, porque solemos subir al atril y dar sentencia. Pero también estamos llamados al heroísmo y a la trascendencia”, detalla.

En este sentido, revela que siente una inspiración muy especial por las historias de vida de los ex combatientes de la guerra de Malvinas. “Cuando se cumplieron 25 años del desembarco en las Islas, tuve la intensión de publicar un libro. Por un tema presupuestario no pudo ser, aunque en cada aniversario doy charlas gratuitas donde narro anécdotas de nuestros héroes”.

Apasionado por la historia, no duda en incluirla en sus presentaciones. En uno de sus tópicos, donde relata la comunicación entre los seres humanos en la actualidad, elige reconstruir el hundimiento del submarino nuclear de la Armada rusa “Kursk”, perdido con toda su tripulación en agosto de 2000 tras dos potentes explosiones en el compartimento de torpedos que inmovilizaron la nave.

Tras reflotar parte de los restos del submarino el 8 de octubre de 2001, fueron recuperadas tres notas de los sobrevivientes.

“El tipo que mejor se comunicó en los últimos tiempos fue un tripulante de dicha nave. A oscuras, escribió en un papel tres líneas maravillosas dedicadas a su mujer y a su hija, y lo guardó en su puño dentro de un nylon de atado de cigarrillo. ¡Mirá si es sabia la comunicación! El mensaje llegó y ellas pudieron saber cuánto las amaba. Ese tipo se comunicó en la adversidad absoluta”, reflexiona Trebucq y advierte que en tiempos de redes sociales y whatsapp “la comunicación es frugal y pasatista”.

Proyectos y deseos

Este parece ser un gran año para Esteban. Desde diferentes centros culturales de la ciudad le ofrecieron presentar su monólogo, al que le agregará “más humor”.

Al mismo tiempo, continuará con la publicación de la revista ANIMALS!, dedicada a gran parte de la masa societaria e hinchas del Club Estudiantes de La Plata, que cumplió diez años en el mercado.

Sobre su deuda pendiente, el multifacético conductor afirma que le gustaría incursionar en televisión, aunque aclara: “Soy feliz con lo que hago”.

Más allá de los medios, el reconocimiento y lo incierto del futuro, el comunicador tiene en claro que su gran aspiración “es ser un buen padre” para su hija Delfina, de ocho años.

Este platense, ex jugador del Club Everton, amante del “Pincha” y rugbier de Albatros, prefiere no definirse sino conceptualizarse. Y eso lo aprendió de los bahianos brasileños quienes enseñan que todas las cosas que se conceptualizan “tienen magia”.

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