Teléfono para Granados: ratas y precariedad edilicia en dependencia policial de La Plata
En estado de alerta por el reciente caso fatal de hantavirus en la ciudad de La Plata, trabajadores de una dependencia de la policía de la provincia de Buenos Aires denunciaron ante este medio que conviven con roedores en las oficinas ubicadas en 1 y 59, donde funciona el Gabinete de Abusos Sexuales dependiente de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) La Plata.
Según el testimonio de empleados que prefirieron preservar su identidad por temor a “ser sumariados”, en las últimas horas encontraron “una rata moribunda” en las inmediaciones de una de las oficinas, lo que, según explicaron, se suma al creciente malestar laboral por las “pésimas” condiciones edilicias y la falta de respuestas oficiales ante los sucesivos reclamos.
“A ésta la encontramos al costado de una computadora, pero está lleno de ratas por todos lados”, dijo al ser consultado por este medio un agente que concurre diariamente a trabajar a esa dependencia, en la que reportan unos 60 empleados.
“Acá lo ideal es una desinfección oficial y profesional, hacerlo como corresponde cerrando las oficinas, pero tenemos que solucionarlo por nuestros medios y tiramos veneno nosotros, no se puede respirar porque ahora hay olor a rata muerta. Andan por los techos, por todas partes, …los directivos miran para otro lado”, explicaron.
Los empleados de la DDI relatan que las condiciones edilicias tampoco no son las ideales: “hace unas semanas se cayó un pedazo de cielorraso y por suerte no dañó a nadie, pero no se puede trabajar así. Fuimos a hablar al Ministerio de Seguridad –NdR: conducido por Alejandro Granados- pero nos dijeron que `no hay plata para arreglar estas cosas`”.
Las condiciones de salubridad no son las mejores. Los empleados afirman que las tareas de limpieza son realizadas con insumos comprados por ellos mismos. “Lo único que nos dan son hojas porque hasta las computadoras son en la gran mayoría propiedad de los empleados. El fax no funciona y los monitores se queman. Los pasillos son un desastre y las luces rara vez funcionan”, completó una agente del Gabinete, quien anticipó que de continuar la situación evaluarán “otras vías de solución del problema".
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